CÁBALA
Para muchos la “Joya de la Corona” en Tabasco es todavía el municipio de Centro, como capital del Estado y sede de los poderes públicos.
Para otros, Paraíso y Macuspana en esta elección se han colocado como municipios icónicos de la 4T, que igual podrían generar ruido en el ámbito nacional, en caso que Morena pueda perder esas plazas.
De estos tres frentes quien marcha sin ningún problema en la elección es Julio Ernesto Gutiérrez Bocanegra, con una sencilla explicación: Macuspana, pese a la ausencia del Gobierno Municipal en el ánimo de la población (tanto Villalpando como el Concejo), es la zona donde “la marca Morena” es mayor y más contundente.
Aquí además los dos punteros de la elección (Braulio Exequias y Gutiérrez Bocanegra) unieron fuerzas para sacar avante el proyecto desde la tierra del Presidente. Vaya, hasta un “Cuco Rovirosa” que arrancó con ánimos ya anda pidiendo esquina.
Algo similar intentó aplicarse en Paraíso, donde Beatriz Milland Pérez y Laura Patricia Ávalos Magaña -pese a la ausencia de ambas con la base social no morenista- acordaron ir en fórmula a fin de no colocar en riesgo la zona donde se construye el proyecto icónico del Presidente: la Refinería de Dos Bocas.
Sin embargo en la última gira presidencial Andrés Manuel López Obrador escuchó en voz de los mismos pobladores la losa extremadamente pesada que representa el gobierno de Antonio Alejandro Almeida.
“Toño Caldo” se mantiene como el principal aliado de una oposición que amenaza con pintar una alianza de facto en la recta final.
Centro refleja el mismo dolor entre la campaña completamente “técnica” de Yolanda Osuna Huerta y los reclamos de la población contra el alcalde Evaristo Hernández Cruz.
Vender una campaña con losas tan pesadas es el reto de Morena en esta elección intermedia, su primera contienda como partido gobernante.
KYBALIÓN.- Con las propuestas cada vez más lejanas el actual proceso electoral, a escasos 26 días de la jornada del 6 de junio, arroja como primera evaluación que la lucha es entre dos.
Tanto en mensajes televisivos como en propaganda impresa se puede calar la intensidad de una campaña donde no hay propuestas reales que jalen a la gente a votar. Alentando con ello un abstencionismo que campea el panorama nacional para repetir escenarios dibujados en cada elección intermedia.
Por un lado Morena, como partido en el poder, concentra su estrategia en remarcar el no voto a “la mafia del poder”, que buenos dividendos le trajo a Andrés Manuel López Obrador en su lucha por bajar de la contienda en 2018 al PRI-PAN-PRD.
Por el otro la insistencia de la triple alianza por sacar del Congreso de la Unión a Morena, a quien responsabilizan de los problemas que se han recrudecido en medio de la pandemia y la crisis económica.
Ahí está concentrado el debate político de los dos monstruos que están en la búsqueda del voto.