CARTA ABIERTA
La irrupción de policías estatales y ministeriales al negocio de uno de los miembros del equipo de campaña de Andrés Granier ha agitado la elección en Centro.
Si bien los punteros a la alcaldía, Andrés Granier y Yolanda Osuna, continúan sin lanzarse ataques mutuos en sus discursos, manteniéndose así en los cauces de la civilidad, el suceso policial se ha convertido en un foco rojo para el día de la jornada electoral.
El primero en quedar mal parado ha sido el secretario de la policía estatal, Hernán Bermúdez Requena. Luego de que Andrés Granier hiciera la denuncia pública en Telerreportaje, el funcionario desmintió los hechos al asegurar que desconocía un reporte en ese sentido.
El problema para él vino un día después, cuando los dirigentes estatales del PRI y el PAN exhibieron el video de los sucesos. Horas más tarde, Bermúdez se acordó de que sus elementos habían acudido a un reporte alertando sobre la presencia de personas portando armas. También aseguró ignorar de quién era ese comercio en particular.
Como era de esperarse, las redes sociales se inundaron de inmediato de varias preguntas: ¿por qué dijo primero que no había intervenido en ese operativo?, ¿si no estaba enterado, cómo es que desconoce las acciones de sus propios elementos? ¿Por qué acudió también la policía ministerial al lugar?, ¿por qué no se ha dado a conocer el inicio de una investigación oficial para deslindar culpas? Aun admitiendo que los policías estatales y ministeriales acudieron a una llamada de auxilio, ¿qué pasará con los uniformados a quienes se les ve sustrayendo dinero de la caja y entrando a una propiedad privada sin orden de cateo?
Estas y otras muchas preguntas son las que tendrían que responderse en las próximas horas. Lo más insensato sería archivar el caso en la idea de apostar a la amnesia colectiva y dejar todo en el olvido, mucho menos con el clima de violencia electoral imperante en varios estados.
Dentro de todo, el priista Andrés Granier ha deslindado al gobernador de lo sucedido, manteniéndolo fuera de este suceso que trascendió el ámbito estatal para situarse como noticia de importancia nacional. Por lo que se ve, el candidato del PRI-PAN a la alcaldía sigue tratando de no involucrarse en un pleito directo con Adán Augusto, entendiendo que este es ajeno a la intención de manchar el proceso electoral. Por lo que se observa, el Químico sigue firme en su propósito de no engancharse ante las provocaciones que buscan enfrentarlo de forma directa con el mandatario estatal.
Sin embargo, el dirigente del PRI, Dagoberto Lara, ha anunciado la decisión de que su candidato no acuda al debate previsto para los próximos días. Su argumento es la “falta de garantías¨ para una confrontación de ideas justa, ya que se prevé un ataque directo por parte del resto de los candidatos en lo que él califica como una “guerra sucia”.
Por lo demás, la candidata de Morena, Yolanda Osuna, tampoco acudirá al debate organizado por la Coparmex. Piensa que su lugar de privilegio le ayuda a cumplir ese adagio de que “candidato que va arriba no debate”.
Ella ha seguido con el desempeño esperado: centrándose en el discurso de la propuesta, alejada de la polémica, ausente de algún enfrentamiento con su principal adversario político y buscando asegurarse el triunfo este 6 de junio. No obstante, habrá que evaluar si ese modo tan ortodoxo le afectará al no ‘sacudir’ a su electorado e incentivarlo a votar a su favor.
Aunque Tabasco ya registró su primer hecho sangriento con la muerte de un joven activista del PRD en Jonuta, el resto de los municipios ha mantenido una calma relativa. Los ciudadanos de bien esperan que lo sucedido con el miembro del equipo de campaña de Granier haya sido una desafortunada confusión.
Mantener la elección en los márgenes de la civilidad es condición para que los ciudadanos acudan masivamente a las urnas. Porque, además, registrar hechos violentos en la tierra de Obrador es una mala imagen para el partido en el poder… y para el presidente mismo.