CARTA ABIERTA
Quién lo dijera: el exgobernador Arturo Núñez, sí, quien dejó a Tabasco en una severa crisis económica y financiera, tiene metidas las manos en las elecciones intermedias.
Desde diferentes frentes, de muy diversas maneras, el ‘odiado’ exmandatario, ese al que se juró meter a prisión por el ‘daño’ hecho a Tabasco y los tabasqueños, ha movido los tentáculos para favorecer sus intereses políticos, pensando en lavar su nombre. El esposo de Martha Lilia está en franco regreso, tal como lo ha demostrado en varias apariciones públicas en otras ciudades del país.
Si bien el presidente Obrador le ‘pinto su raya’ al impedir que su hijo Néstor Núñez López pudiera reelegirse en la alcaldía Cuauhtémoc, esto no ha impedido que el exmandatario ande como ‘Juan por su casa’ en el proceso electoral local, así sea a la distancia.
Una de las razones de su sigilosa intervención ha sido el retorno de su principal adversario político: el priista Andrés Granier Melo. Desde su liberación, a inicios de 2019, el Químico culpó a Núñez de una injustificada persecución contra él, su familia y sus más cercanos colaboradores.
Granier mostró su reclamo por considerarse víctima de una confabulación con fines políticos, teniendo como principal cómplice al entonces presidente Enrique Peña Nieto. Si bien el Químico se abstuvo de demandarlo, dejó en claro aquella famosa frase de: “Perdono, pero no olvido”.
Los señalamientos de Granier dejaron muy mal parado a quien había sido su sucesor en la gubernatura de Tabasco, exponiéndolo como una suerte de villano sin escrúpulos, dispuesto a todo con tal de justificar un fin determinado.
En todo ese tiempo, Arturo Núñez guardó silencio e incluso viajó por Europa, radicando por varios meses en España, esperando a que pasara la tormenta dejada tras su accidentada salida de la gubernatura.
Uno de los episodios que llevó más sospechas a su entonces complicada situación fue el repentino fallecimiento de quien fuera su secretario de Finanzas, Amet Ramos Troconis. Como si fuera una telenovela de intriga y misterio, el dictamen de la autopsia duró varios meses en darse a conocer, sabiéndose al final que un infarto lo había llevado a la tumba. Es decir, había muerto el cerebro de los manejos financieros del pasado sexenio. Vaya, vaya.
Hasta la postulación de Granier como candidato a la alcaldía de Centro por la alianza común PRI-PAN, Núñez había tenido una sana distancia respecto a la política tabasqueña. Pero con Granier como centro de los reflectores, el papá de Néstor ha comenzado a avanzar por diferentes frentes para allanar también el camino de su retorno a Tabasco.
La rivalidad Granier-Núñez ha resurgido en las altas esferas de la política estatal, generando un interés adicional en las elecciones. Por una parte, el priista insiste en señalar a Núñez como el orquestador de una vendetta, mientras que el segundo sigue guardando silencio en torno a este tema.
Sea como fuere, sorprende que Núñez se sienta con los tamaños para influir de alguna forma en el resultado electoral del 6 de junio. Pero viéndolo bien, no es de extrañarse. Nada le daría más gusto que ver perder las votaciones a su más cercano rival y mandarlo así al olvido político. Por su parte, nada le serviría más al Químico que tener de nuevo el favor de los ciudadanos y reforzar su reivindicación personal y política.
La guerra Núñez-Granier vive otro conflictivo capítulo en estos comicios, algo que muy pocos habrían pensado a estas alturas del juego. Es más, nadie lo habría adivinado.
: CASI, CASI…
Oscar Ramos, candidato de Morena en Cunduacán, sigue perfilado como el más viable ganador de la presidencia municipal.
Como docente, como exfuncionario, como persona, se ha ganado una reputación sólida en el ánimo de los ciudadanos.
Con una larga trayectoria política tras de sí, la mayoría coincide en evaluarlo como la mejor opción. Tiene algo más a su favor: una identificación ideológica con el gobernador, encaminada a sacar del atraso a ese municipio.