CARTA ABIERTA
El ‘error’ en la impresión de miles de boletas electorales, correspondientes en su mayoría al municipio de Centro, ha metido ruido a las elecciones de Tabasco. En este momento, el Instituto Electoral de Tabasco no garantiza elecciones limpias, justas, imparciales y transparentes, según han expresado actores de diversas fuerzas políticas.
La falla en las boletas, descubierta por el PRD pero secundada por el PRI y Morena, ha llevado al nerviosismo electoral por parte de quienes piensan que el resultado de las votaciones podría estar manchado. La gran pregunta es: ¿por parte de quién?
En su última visita a Tabasco, el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, culpó al INE de “perseguir” a sus candidatos y de estar al servicio de la “mafia del poder”. Si bien su acusación fue contra el INE de Lorenzo Córdova, con quien ha mantenido una disputa nacional, también ha embarrado al IEPCT por ser un órgano colaborativo del primero.
El candidato de la alianza común PRI-PAN a la alcaldía de Centro, Andrés Granier, ha puesto al IEPCT bajo sospecha. En diversas ocasiones, el Químico ha dejado entrever que los consejeros electorales, o al menos la mayoría de ellos, está teniendo acciones indebidas y alejadas de la legalidad. Es decir, ha puesto en duda su imparcialidad y credibilidad, pensando en que podría torcer un resultado electoral que le fuera favorable. El dirigente del PRI, Dagoberto Lara, ha sido más enfático al acusarlo de estar bajo las órdenes del oficialismo, tratando de inclinar la balanza hacia sus candidatos.
De poco han servido las disculpas de la presidenta del Instituto, Maday Merino Damián, y de su compañero consejero Juan Correa López. En ambos casos, la opinión pública se pregunta qué habría pasado en caso de que esa famosa falla en la impresión de las boletas no se hubiera detectado. Y ¿por qué no se ha procedido contra el responsable del error que, por fortuna para todos, ha sido subsanado?
La percepción es que si el IEPCT no está al servicio de intereses ajenos a la democracia, por lo menos sí está lleno de consejeros incompetentes e irresponsables que están poniendo en peligro el desarrollo y el resultado de la jornada electoral.
Otro ejemplo que abona a ese ‘sospechosismo’ sobre los consejeros es la apatía y desinterés sobre la realización de un debate serio y bien organizado entre los candidatos a las alcaldías más importantes, entre ellas la de Centro.
Desde el comienzo de los 45 días de campaña oficial, el Instituto careció de todo interés por promover con toda su fuerza la contraposición de argumentos entre los candidatos. La idea sólo fue retomada luego de que la Coparmex se propusiera como organizadora del evento; sin embargo ya era demasiado tarde para ofrecer las condiciones parejas para todos los participantes.
El desinterés en el debate demostró su carencia de atención en promover el voto entre los ciudadanos. A diferencia de otras elecciones, esta vez los consejeros ‘pasaron de noche’, indolentes por incentivar una mayor participación electoral. Visto desde fuera, parece que el Instituto está promoviendo el abstencionismo, no obstante que ante el público diga esperar una participación de votantes del 60 por ciento.
Tampoco mostró el debido involucramiento en los casos de violencia política que dejaron un militante del PRD asesinado en Jonuta y una candidata del PAN con heridas menores producidas por arma blanca en Centro. Aunque fueron casos aislados que no se extendieron al resto de Tabasco, sí dejó ver a un IEPCT apático e incompetente para reprobar, con la dureza necesaria, esos sucesos.
Los consejeros electorales están dejando hacer y dejando pasar, con el consabido riesgo de ensuciar las votaciones del domingo 6 de junio. Tendrían que hacer algo inusitado de aquí a esa fecha para recuperar la confianza de los actores políticos y de los electores, algo que se ve muy difícil de lograr.