PODER POLÍTICO

Serán 93 millones 935 mil 039 electores en lista nominal quienes decidirán este domingo seis de junio a quienes resulten electos por mayoría de la voluntad popular para asumir diputaciones y/o presidencias municipales en las 32 entidades locales del país, en 15 de estas habrá también gubernaturas por renovar; pero la más trascendente para partidos y electores será la definición en el contrapeso o no de las 500 diputaciones federales que les tiene en pugna, unos por mantener el control del mando y otros hacerse del mismo.
Serán igual los ciudadanos quienes como funcionarios de casilla recibirán y contarán los votos al término de la jornada cívica, con los resultados para unos y otros que se consignen en el acta correspondiente; los mismos del que tendrán una copia los representantes de partidos, los consejos distritales; además de que los propios votantes podrán consultarlos a detalle una vez digitalizada esa acta, previa captura de los datos, a partir de que se abra el Programa de Resultados Electorales Preliminares el INE y en los 32 organismos locales.
Ningún voto es más que otro entre electores en la jornada cívica, en la democracia no tiene cabida el estatus sociopolítico y económico entre colectividades. Cada boleta, cada sufragio, tiene el mismo valor en el sentido de que se marquen, según la conciencia, y se deposite en la urna.
Aunque eterno a la función pública de organizar las elecciones por parte del árbitro y en donde tienen participación con la voz los partidos, que no se está exento de las ilegalidades que entre estos y sus candidatos in curren y también las denuncian ante la Secretaría Ejecutiva y/o vocalías que ordenan a la oficialía electoral para documente y se desahogue las acusaciones y alegatos, e imponer sanciones incluso con severidad que amerita la gravedad.
Definitivo, nadie pone en duda que serán las elecciones más complejas de que se tenga registro en la historia de los procesos electorales desde que se institucionalizó su organización, en las que el INE es el responsable principal. Pero también porque en ellas hay otros actores non gratos que empañan un acto de naturaleza ciudadana.
Los asesinatos recientes de candidatos a manos de la delincuencia organizada se suman otros tanto, sobresaliendo el evento ocurrido aquel 2010 en Tamaulipas con Rodolfo Torres Cantú, entonces candidato a la gubernatura; y antes Luis Donaldo Colosio en la colonia Lomas Taurina de Tijuana, California, en su caso por la presidencia del país, y del diputado José Francisco Ruiz Massieu, en la calle de La Fragua, a unos metros de la Plaza y Monumento la Revolución, en la Ciudad de México, ambos en 1994.
Este tipo de acontecimientos de injerencia en los mandos de gobernabilidad preocupan, aunque no por ello deben inhibir el acto de elegir a las autoridades de gobierno, en lo local y federal. Ni por los mensajes de las campañas en lo mediáticos de intimidación.
Una prerrogativa ciudadana de elegir votar que parte de sus derechos políticos electorales consagrados en constitución que se debe hacer válida, en un asunto que a todos importa; la hoja de ruta en la geopolítica de gobernabilidad por los siguientes tres años.
Aun menos la pandemia sanitaria del coronavirus, mal gestionada en general respecto de las acciones asertivas para combatirla por el sector salud, debe ser motivo para abstenerse de ejercer el voto entr6e quienes habitualmente así se han comportado, cuando la expresión de repudio es justo optar por la alternancia. Las encuestas son sólo una fotografía del momento pero no deciden sino el ciudadano, como ahora le corresponde elegir por sus autoridades locales en las 32 entidades del país, y por los legisladores federales que en la farsa de representar a la soberanía traicionan a la misma.
Urge elevar la calidad de la democracia mediante la construcción de ciudadanía en la que se hace un trabajo coordinado de todo el Sistema nacional de Elecciones, en el propósito porque la convocatoria al voto y participación ciudadana tenga el sustento de una decisión informada y reflexionada.
Los actores involucrados y externos podrán consultar momento a momento la actualización de las tendencias en pro o en contra por cada unas las 300 diputaciones federales de mayoría relativa. Los partidos y coaliciones prospectarán cuántas le corresponderían de las otras 200 diputaciones plurinominales en la proporcionalidad de la votación obtenida.
Aunque no habrá una definitividad respecto de los candidatos con tendencia a ser favorecidos por lo expuesto en el Programa de Resultados Electorales Preliminares por el carácter estrictamente informativo, será hasta el miércoles siguiente de celebrada la elección cuando los consejos distritales inicien con la calificación de resultados de manera ininterrumpida hasta concluir computo de la totalidad de las actas, incluso recontados los votos en donde tenga que hacerse, hasta obtener el cómputo de un resultado oficial que determinará a quien se entregará la constancia de mayoría.
Un triunfo de candidato que aún pude ser impugnable ante de los Tribunales Electorales, el de Tabasco y el del Poder Judicial de la Federación, que en laconstitucional confirman o bien revocan un triunfo.
Técnicamente este domingo de jornada cívica será pulcra, a menos que quienes a priori se den por derrotados pretendan ensuciarla. No es que las elecciones locales dejen de tener la importancia que reviste, pero la posesión de la cámara de diputados federales ha sido la prioridad desde antaño.

Bitácora

En democracia un voto de diferencia marca el triunfo y la derrota.
eduhdez@yahoo.com

Por Eduardo Hernández

    Periodista y Analista Político, graduado por las Universidades Olmeca, Iberoamericana, Complutense de Madrid y Tecnológico de Monterrey, además del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. 27 años de experiencia profesional en el ejercicio del Periodismo Análisis, Consultoría, y Comunicación Institucional vinculado a los temas electorales, en Tabasco y Ciudad de México. Autor de la columna «Poder Político» que se publica cada semana  en Diario Presente y en Diario de Yucatán. Autor también del libro «Luchas por el Poder en Tabasco: 1825-2012» que documenta 187 años de historia y legislación electoral, editado por la Universidad Olmeca.