VECTOR X

A lo largo de la recién concluida campaña electoral escuché con interés el discurso de Manuel Andrade, su visión y propuesta para el municipio de Centro.
En particular me llamaron la atención las referencias hacia el candidato del PRI a la misma posición, Andrés Granier.
Entiendo, por supuesto, la rivalidad de campaña, pero no logro entender cómo la política desborde condiciones de suyo inaceptables.
Muchas historias giran en torno a ambos personajes.
En el año 2000, Andrade contó con el químico para enfrentar a Arturo Núñez en la interna del PRI. Así fue y Andrade ganó. A tal grado metió las manos AG que trece años después Núñez le cobró la factura.
En 2001, MAD volvió a solicitarle a Granier (ya sentado en la silla municipal) el respaldo de su estructura para enfrentar de nueva cuenta a Raúl Ojeda en la elección extraordinaria para gobernador.
Ya sabemos el resultado: el entonces priísta aplastó al candidato perredista.
Cinco años más tarde, Manuel operó su propia sucesión y en el último tramo de la lucha interna por la candidatura del PRI dio un viraje a favor del químico. No tenía otra opción, era apoyar a Granier o jugársela con Floricel Medina, un flan para Ojeda.
“Él sabe cómo recibí su gobierno”, confió Granier a quien esto escribe hace algunos días. Dueño de su silencio y prudencia, no dijo más. Tampoco ha respondido los dardos envenenados de la provocación. Lo que de tu boca sale del corazón proviene, dice el buen libro.
Se entiende que la lucha arriba del ring va en serio. Se permiten voladoras Y quebradoras, pero no piquete de ojos ni martinetes.
En fin cada quien lo suyo. Hay quienes ya piensan en la anulación de la elección como último recurso para cerrar el paso al adversario, como Jalisco, que cuando pierde, arrebata.

La Morralla
El campeonato conseguido el pasado domingo por el Cruz Azul se convirtió en un verdadero fenómeno social en todo el país. A la pasión desbordada por millones de mexicanos tras el ansiado noveno título de liga debe agregarse el condimento especial de la unidad ciudadana desatada en torno a un equipo de futbol, a un mismo sentimiento, a una maravillosa pasión. Momentos hermosamente históricos, oéé, oéé, oéé, oéééé, azuuuul, azuuul.

Por Luis Antonio Vidal

Columnista en Tabasco Hoy, comentarista en radio, presidente de la Asociación Tabasqueña de Periodistas (ATP).