CARTA ABIERTA
Contrario a lo que algunas voces rupturistas han exigido, todo indica que la próxima alcaldesa de Centro encabezará un gobierno de reconciliación donde gobernará para todos, en el marco de un Ayuntamiento democrático, incluyente, con justicia social y en igualdad.
Para Yolanda Osuna las sumas de voluntades y el diálogo serán las piezas de los valores principales y los principios del proyecto que encabezará en la capital tabasqueña en los próximos tres años.
Ya terminadas las elecciones, donde superó por amplio margen al priista Andrés Granier y al perredista Manuel Andrade, no queda sino invocar a la solidaridad, la armonía y la esperanza de no abonar más a las diferencias ideológicas entre los ciudadanos, sobre todo si se piensa desde ahora en construir una base sólida propia rumbo a las elecciones de 2024.
La tensión entre los candidatos en las campañas ha quedado atrás y ahora llega una nueva etapa de diálogo y pacto, para que el espíritu de mano tendida supere las diferencias y existan sólo las propuestas.
En todo caso, lo prioritario para Osuna no es ahondar en los divisionismos sino lograr el éxito de su gestión, trasladando a la ciudadanía el mensaje de que los esfuerzos para la concordia deben prevalecer sobre los de la confrontación que algunos desean para tener al municipio como rehén del divisionismo y el abandono.
Por mucho que tenga el apoyo del gobernador y del presidente Obrador, la nueva alcaldesa sabe que la sociedad capitalina la juzgará en los términos de su propio desempeño y resultados. Por eso la necesidad de dejar atrás las posiciones estrechas, de callejones sin salida.
Osuna tiene la oportunidad de avanzar y hacerlo con decisión y un enorme sentido de unidad, buscando siempre el beneficio y la convivencia del conjunto de la ciudadanía por encima del enanismo de los intereses partidistas.
Las posturas extremistas deben desaparecer a fin de dar a Centro las herramientas para afrontar los retos que ha dejado la pandemia, entre los cuales están el desempleo, la crisis económica y el cierre de empresas y comercios.
Por lo que se ha escuchado decir al primer círculo de la próxima alcaldesa, es el momento de sentarse y buscar consensos, así se haya ganado con una diferencia de casi tres a uno respecto a Granier. Y es que no es sólo una oportunidad sino una obligación. Será muy difícil pero hay que intentarlo.
La segunda mujer en gobernar la capital tiene en sus manos la oportunidad histórica de poner fin a las divisiones y dar paso a esa reconciliación de la que mucho se habla pero tan poco se practica. Este es el gran reto a superar en lo político.
: LUZ Y SOMBRA
Soraya Pérez Munguía presume muy triunfalista su diputación plurinominal, pero se le olvida que la ha conseguido a costa de haber abandonado al PRI en Cárdenas, dejando a miles de sus seguidores con las manos vacías tras declinar su postulación a la presidencia municipal.
En efecto, la amiga íntima de Enrique Peña y ‘Alito’ optó por anteponer sus intereses personales a los del partido, rehuyendo a pelearle el triunfo a Morena en el segundo municipio más importante de Tabasco.
Desde su óptica fue pragmática, pero desde la visión del priismo cardenense se trató de una traición y un acto de mezquindad. Sus simpatizantes la apoyaron para que fuera la candidata pero ella se bajó casi al final del tramo, dejando vestidos y alborotados a sus seguidores. El resultado es que el tricolor obtuvo en Cárdenas la votación más baja de toda su historia, recibiendo así un mazazo casi mortal para su futuro en esa localidad.
Sí, doña Soraya será la nueva coordinadora de la pequeña fracción priista en el Congreso local y desde ahí buscará la candidatura al Gobierno de Tabasco por la alianza Va por México. Sin embargo, su triunfo ‘pluri’ lo celebra sobre los escombros de un partido que ella misma contribuyó a derruir en Tabasco. Son las contradicciones de la política de cañerías que algunos aprendieron en los altos círculos priistas del centro del país, con el Grupo Atlacomulco, por ejemplo.