FRANJA SUR

El cerebrito del tamaño de una semilla de mostaza que debe tener Mario Delgado, dirigente de Morena, le hace disparar absurdos de pena ajena que, ni el líder obrero Fidel Velázquez, hubiese atrevida a decir en los tiempos de gloria del PRI.

El caso de este político de pacotilla es tan monstruoso como el de los aduladores vernáculos que encaretados de “demócratas” cuando discursan muestran su vocación, la de quienes serpentean para ocupar cargos públicos o partidistas.

La historia es la siguiente. El jueves (ayer), diputados locales electos de Morena de todo el país, por supuesto estuvieron los de Tabasco, se reunieron con el presidente del Comité Directivo Nacional de Morena, el inigualable Mario Delgado Carrillo

Ahí, en un hotel de la Ciudad de México, henchido de emoción y alzando la voz el susodicho dijo que “no le pueden fallar a la población y al presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador”.

No señor dirigente, al que no le deben fallar los diputados es única y exclusivamente “al pueblo”, a los ciudadanos que se manifestaron en las urnas, porque para eso es la democracia, una vez electos los cargos públicos, lo ganadores deben servirle a la población en su conjunto, incluido a los que no votaron por ellos.

Se le olvidaron dos cosas don Mario Delgado, “todavía” vivimos en una república, y, en un régimen de división de poderes, pero ustedes hasta la vergüenza perdieron y con todo descaro quieren llevar a México a un régimen dominado por un solo partido que, en buen cristiano se llama “dictadura”.

Usted señor Mario Delgado, que se presume acérrimo adorador del presidente, debe estudiar hasta con lupa, ese discurso que lanzó el propio López Obrador, cuando el conflicto de su desafuero como jefe de Gobierno del DF, que leyó en el recinto de San Lázaro, ante el pleno de diputados.

Sí don Mario, usted sabe bien que el político tabasqueño tuvo la oportunidad, sin ser diputado, de hablar en la llamada tribuna más alta. Y, esa oportunidad se la permitió vivir en un régimen republicano, pues ni en sueños se le da voz a los opositores en las dictaduras.

Ahí, revise los últimos párrafos de aquel discurso, en los que se refiere a los diputados y la recriminación que le hizo a los legisladores de la mayoría de ese entonces. Ahí verá lo que dijo su hoy admirado presidente.

Por René Alberto López

39 años de trayectoria en el periodismo, ejercicio que inició en su natal Cárdenas en 1981. Ha publicado en diversos medios de Tabasco, Campeche y Chiapas. Dos premios estatales de Periodismo en Campeche, y en Tabasco recibió el reconocimiento "De Periodista a periodista". Corresponsal del diario nacional La Jornada y de la agencia internacional France Press (AFP).