Vector X


De la nada, como para generar confusión en la clase política estatal, surgió el rumor de la supuesta inclusión del gobernador Adán Augusto López en el gabinete del presidente López Obrador.
Hubo quienes, incluso, hasta se atrevieron a manejar nombres de sucesores.
No estaba equivocado Carlos Alberto Madrazo cuando le dijo a José Pagés que en Tabasco es muy fácil encender hogueras, lo difícil es apagarlas.
Aquí no se prendió ni una fogata pues la chispa de esa perversidad se apagó en un santiamén con la declaración del mandatario quien de un soplido atajó el chisme: “No hay nada de eso”.
El buscapiés pretendió crear inestabilidad, confusión, incertidumbre. No lo consiguió, por el contrario posicionó a escalas superiores a quien posee el control político y electoral de la entidad.
Cuando alguna vez le preguntaron a un presidente de la república por qué se había decidido por su secretario de Gobernación como candidato a sucederlo, respondió con el símil del carreterazo por la forma de reaccionar de cuatro colaboradores ante un asalto.
Uno –dijo palabras más, palabras menos- se escondería y desaparecería de la escena; el segundo le sugeriría a los asaltantes negociar con él, igual muy pronto sería rico y poderoso; el tercero propondría tratos inconfesables; y el cuarto saltaría del vehículo, confrontaría a los maleantes y les advertiría: “Lo que es con él, es conmigo”.
Así Adán. Lo que es con AMLO es con él. Ni quien dude de la amistad y confianza. Los números electorales igual le favorecen en las proyecciones, aunque no es momento de encartes ni de descartes. Todo a su tiempo, ni antes ni después.
Eso sí, Tabasco siempre debe verse aparte, porque como insistía Francisco J. Mújica “hay que tabasqueñizar la república”.

La Morralla
Al PRD se le acabaron los cartuchos y ahora se le ocurre sacar de su destartalado baúl de ocurrencias la vieja bandera de la resistencia civil. Le falta a su regente un poquito de gracia y otra cosita *** Como un fantasma, la aún legisladora local por Paraíso, Beatriz Milland, se aparece a escondidas por el edificio de la Cámara de Diputados. Buscando el anonimato, entra y sale por la puerta de emergencia de la calle Nicolás Bravo. Firma documentos y se marcha. ¿Qué más hace la espigada silueta? Le cuento el jueves.

Por Luis Antonio Vidal

Columnista en Tabasco Hoy, comentarista en radio, presidente de la Asociación Tabasqueña de Periodistas (ATP).