LA AGENDA EN RED
Hace unos días, me llegó por WhatsApp la columna del maestro César M. Santos Fajardo. Él es investigador de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco. La máxima casa de estudios de los tabasqueños. El caso es que el contenido de ese análisis él le llamó “Extraño encanto de la comunicación en México”.
Por lo que leí, me permití cambiar ese título por el que usted leyó al inicio, “El lado oscuro de la comunicación en México” mismo que considero es más que merecido por lo que se describió. Ante ello me permitiré con el permiso del maestro César Santos transcribirlo todo porque es totalmente relevante.
Para el autor, según sus propias palabras, da inicio comentando: “resulta interesante la historia de los medios de comunicación en México, como lo son también sus principales personajes, unos con historia de éxito, otros con vidas controvertidas y polémicas, que forjaron su imperio en la herencia familiar”.
“Al parecer sus inmensas fortunas han sido producto de la estrecha relación con el poder político de primer nivel: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Los grandes de los medios de comunicaciones y de las telecomunicaciones crecieron, en lo económico, con nuevas empresas dentro del mismo sector o invirtieron en otros sectores de la economía”.
“Hay que reconocer que algunos empezaron con giros que nada tenían que ver con la comunicación, pero la “suerte” o la “sensibilidad”, ente comillas, los llevó hacia los medios de comunicación. Prensa, radio y televisión fungieron como instrumento económico y político, cuya estrecha relación con el gobierno y los gobernantes se consolidó a lo largo de los años. Era la unión del poder político y el poder económico. Curiosamente, hubo políticos o funcionarios públicos de primer nivel, que se convirtieron en socios o asesores en empresas de comunicación. Como también empresarios que se convirtieron en gobernadores, diputados o senadores”.
En estos primeros párrafos, esa visión que lleva el autor sobre el origen de los medios y como creció esa oscura alianza entre comunicadores y gobierno sintetiza que ocurrió y como se fue pervirtiendo esa relación.
Continúa expresando el maestro César Santos, que, “en lo político, los dueños de los grandes medios ponían o imponían a legisladores y funcionarios públicos, hasta políticas públicas en la materia. Se trataba de ejercer el poder, el poder de codearse con los grandes. Y lo ejercieron en beneficio propio, con una normatividad a modo, contenidos a discreción y sin control en los costos publicitarios”.
“Claro, en ocasiones había que mostrar todo lo contrario, basado en una ficticia política de comunicación del gobierno de la República hacia estas empresas. Una política que permitía beneficiar a unos y afectar a otros, por medio de reformas a las Leyes Federales de Radio y Televisión, y de Telecomunicaciones”.
“Los organismos empresariales del ramo también jugaban un importante papel al momento de negociar los intereses. O, mejor dicho, de presionar en las decisiones políticas, como sucedió con la ya famosa Ley Televisa, aprobada en 7 minutos y sin lectura previa en la Cámara de Diputados, esto en vísperas del proceso electoral de 2006, y confirmada por el Senado; pero un grupo de senadores promueve acción anticonstitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y en 2007 quedan invalidados varios artículos. Por supuesto que esto tuvo su costo político de las dos grandes empresas de televisión impulsoras de las reformas, hacia los legisladores opositores, influyendo en las decisiones y candidaturas de elección popular”.
“No obstante, a ello, lo cierto es que ambos, gobierno y medios, tenían una relación de conveniencia y de poder. En el periodo presidencial de Enrique Peña Nieto, se gastaron más de 62 mil millones de pesos en imagen, promoción y publicidad. El 50 por ciento de ello iba a sólo 10 medios de comunicación: Ente ellas Televisa y Estudios Azteca, que en conjunto recibieron cerca de 17 mil millones de pesos, además de Estudios Churubusco, periódicos El Universal y El Excélsior, Organización Editorial Mexicana, Grupo Formula e Imagen Televisión; el resto se repartía entre 852 medios, entre ellos, empresas formadas a modo por conocidos comunicadores, recibiendo varios millones de pesos al año”.
“Felipe Calderón gastó poco más de 38 mil millones pesos. Y Vicente Fox, en el orden de los 16 mil millones de pesos. ¿Pagarían impuestos estas empresas de comunicación y estos comunicadores?”
En su mensaje, el maestro César Santos comentó o amenazó -digo yo- que en el próximo capitulo de su investigación, abrirá lo que ha denominado “Los magnates de la televisión”, con personajes como la familia Azcárraga, de Televisa, particularmente con Emilio Azcárraga Jean; Ricardo Salinas Pliego, del Grupo Elektra, Grupo Dragón con y Tv Azteca; Olegario Vázquez Aldir, del Grupo Empresarial Ángeles y Grupo Imagen que opera Imagen Televisión, posiblemente, la tercera cadena de este tipo más grande en México y Remigio Ángel González González, conocido como “El zar mexicano de la televisión en América Latina”, dueño de las empresas Tele-Emisoras del Sureste y Comunicación del Sureste, y del Grupo Albavisión, que agrupa una red de medios de comunicación en 16 países de Latinoamérica, conformada por 35 canales de televisión, 114 emisoras de radio, 3 cadenas de cine y dos empresas periodísticas. Luego de ello, continuar con los magnates de la prensa y los magnates de la radio, y remata el autor diciendo “Así que no se los pierda”.
Imperdible lo que nos espera con esta breve pero interesante investigación que en unos días estará con nosotros. Estaremos más que pendiente.