CARTA ABIERTA
Dentro de todo lo que puede decirse de esta administración, hay un apartado que amerita una cita obligada: la obra pública. A pesar del ‘hueco’ financiero dejado por la gestión perredista de Arturo Núñez, estimado en seis mil millones de pesos, el Gobierno estatal la ha reactivado con fuerza. De acuerdo a datos de la SOTOP, este año se invertirán recursos públicos por tres mil millones de pesos, que no son poca cosa en plena época de la llamada austeridad republicana.
Esta inversión incluye los distribuidores viales de Universidad (210 millones) y Guayabal (170 millones), además de la rehabilitación de puentes, caminos, escuelas, agua potable y drenaje en el resto de los municipios. La primera etapa del distribuidor vial de Guayabal estará lista en diciembre para beneficiar, según las autoridades, a medio millón de habitantes.
El titular de la Secretaría de Ordenamiento Territorial y Obras Públicas, Luis Romeo Gurría, ha dicho que los distribuidores viales de Universidad y Guayabal forman parte de la inversión que el gobernador Adán Augusto instruyó en obra pública para impulsar la modernización de Villahermosa.
Además de los dos distribuidores, están previstos otros proyectos que fueron licitados y sólo es cuestión de liquidez para empezarlos. Es el caso del paso superior sobre el puente que va al Parque Tabasco y que ahora será de cuatro carriles para evitar el semáforo que provoca un grave nudo vial en la zona.
Además, se hará un paso superior sobre la avenida Prolongación de Mina y el bulevar Adolfo Ruiz Cortines, que se iniciará una vez terminado el distribuidor vial de Universidad.
De acuerdo a información disponible en el Portal de Transparencia, todas las obras las realizan compañías tabasqueñas. Este esquema contribuye a la reactivación económica por medio de la recuperación de la industria de la construcción y la generación de empleos.
En general, se mejora la infraestructura urbana de la capital, lo que se olvidó en el pasado sexenio perredista de Arturo Núñez. La nueva infraestructura y equipamiento dará otro rostro a la ciudad. Todo esto se ha hecho con el apoyo del presidente Obrador y con los ahorros que ha venido logrando el Gobierno estatal. Otro proyecto en puerta para 2022 es la construcción de la prolongación de la avenida Gregorio Méndez, a través de un puente que comunique con Gaviotas.
Además, en mayo arranca la rehabilitación del puente Grijalva II y también se trabaja en un proyecto para construir un nuevo puente, que aunado al distribuidor de Guayabal, ayudará a descongestionar el tráfico.
En lo que podría calificarse como un nuevo ‘boom’ de la obra pública, se destinarán 400 millones de pesos para la rehabilitación de nueve cárcamos de aguas residuales y pluviales de Villahermosa. Con ello se resolverá el antiguo problema de contaminación del río Grijalva, se reducirán inundaciones y se garantiza un servicio de calidad en el tratamiento de aguas residuales. Igual se edificará la nueva planta potabilizadora que tanto necesita Villahermosa para contar con un agua domiciliaria de calidad.
Estas obras pertenecen al plan de mejora urbana de los malecones de la capital y del rescate del río Grijalva emprendido junto con el Gobierno de la República y el Ayuntamiento de Centro. A pesar de que la mejora y el equipamiento de los cárcamos son obras que no se ven, ahora se les da prioridad por encima de obras de relumbrón.
Ahora bien, como parte de la nueva relación con la CFE, esta realizará importantes inversiones en infraestructura. Esto incluye nuevas subestaciones eléctricas en Balancán y Jalapa, así como en La Venta y la zona chontal del municipio de Centro para subsanar la deficiencia en la calidad del suministro de luz.
¿Hay obra pública en Tabasco? A juzgar por todos estos datos oficiales la respuesta es “sí”. En términos generales parece que lo esperado por los tabasqueños con un paisano en la presidencia está cumpliéndose: hacer realidad el avance de la entidad.
Tras años de abandono, de gobiernos que iban y venían sin modernizar los puntos clave de la infraestructura urbana, parece que, por fin, se obtiene ese trato justo que tanto se pidió. Y no se trata sólo de apariencia. Una ciudad sustentable, con servicios modernos, se convierte en un punto obligado para la atracción de inversiones de todo tipo.