Carta Abierta
Si bien el nuevo decreto de movilidad para restringir el tránsito de autos y personas es entendible en busca de contener la tercera ola de Covid, el gobernador se enfrenta al reto de que la Policía estatal sea factor de cumplimiento de la ley y no de violación de los derechos ciudadanos.
Esto viene a cuento luego de las denuncias subidas a las redes en cuanto a presuntos actos de extorsión por parte de algunos malos uniformados. Las quejas reportan una serie de abusos recibidos al salir de sus trabajos nocturnos para dirigirse a sus casas. A pesar de justificar su presencia en la vía pública en el horario de once de la noche a cinco de la mañana, ciertos policías les han hecho la vida de cuadritos.
De una u otra forma, el decreto de movilidad corre el riesgo de fracasar a menos que el secretario de Seguridad, Hernán Bermúdez Requena, haga un fuerte llamado a sus elementos para conducirse con apego a la legalidad. Porque la medida gubernamental no tiene el propósito de fastidiar a los ciudadanos, sino de establecer un dique para detener la multiplicación de contagios por el maldito virus.
Los más molestos con algunos hostigamientos policíacos son las personas con trabajos nocturnos y de madrugada. Se han encontrado con algunos episodios desagradables que van desde amenazas de infracción, retención del vehículo o, ya de plano, detención en los separos. En la mayoría de los casos han podido salvarse luego de llegar a un ‘arreglo’ con los uniformados.
Las denuncias ciudadanas han llegado hasta el PRI, donde el dirigente Dagoberto Lara ha fijado una postura de defensa de los ciudadanos. El martes 10, luego de instalar la Secretaría de Diversidad Sexual e Identidad de Género, en la sede del partido, tuvo una reunión privada para abordar el espinoso asunto.
De entrada, mostró su rechazo a que algunos malos elementos estén pidiendo dádivas a los automovilistas, sin cumplir con su función de velar por la seguridad pública. Señaló que si la autoridad no pone un alto a los abusos, responderán con una movilización. Dijo que los tabasqueños no sólo deben de cuidarse a esas horas de los asaltantes, sino de la policía que los amedrenta. Apunta que de comprobarse estos abusos de la autoridad, consistentes en la extorsión y la intimidación, sería lamentable.
Parece que al dirigente tricolor le asiste la razón. Quienes transitan en la madrugada por una causa justificada no necesitan a policías que los intimiden sin razón justificada. Algo debe quedar claro: los ciudadanos no están en contra de hacer valer la restricción de movilidad en razón del Covid, ni de que se instalen retenes para revisar las unidades sospechosas, sino de que se irrespeten los derechos constitucionales.
Todo apunta a que Adán Augusto está en la mejor disposición de cuidar a los tabasqueños en esta pandemia, pero ahora se necesita que el secretario de Seguridad haga su parte al colaborar y pasar por los filtros internos a los policías vivillos que aprovechan la situación para ‘hacer su agosto’.
Hernán Bermúdez sabe que la mayoría de sus elementos hace bien su función en los retenes instalados todo el año, pero hay otros que no. En las manos del funcionario está poner un alto a esos abusos surgidos tras entrar en vigor el decreto urgente expedido por el Poder Ejecutivo. En todo caso, hay el riesgo de que la Secretaría a su cargo se llene de denuncias por presuntas violaciones a la ley. Por lo que se ve, será una dura tarea la que el jefe policíaco tendrá en las próximas semanas.
: VIGENCIA
El que mantiene aceitada su estructura política para seguir apoyando a Morena en las próximas elecciones es Vicente Morales López, el exdirector del Deporte.
Pocos lo saben, pero en estos casi tres años de Gobierno ha tenido una labor estratégica de importancia en Tabasco. En las elecciones del 6 de junio, apuntaló las campañas de varios candidatos que salieron ganadores.
Se sabe que tiene una fluida comunicación con el gobernador. Amigo de la discreción y el bajo perfil, Morales es un elemento de valía que podría tener alguna oportunidad en 2024. A ver qué dice el delegado del CEN, José Antonio Alejo.