LA AGENDA
“Hay dos cosas fáciles en el mundo: una, elogiar al vencedor, al poderoso; otra, injuriar al débil, al vencido. En la obra de un escritor pueden seguirse, con la yema del dedo, estas dos avenidas opuestas, encontradas, de la virtud y la infamia. Cuando alguien no ha hecho en su vida más que elogios justos y ataques valientes, hay que quitarse el sombrero; y cuando no ha hecho sino alabar a sueldo o vituperar para beneficio propio, hay que escupirlo y marcarlo para siempre”: Andrés Iduarte
¿Deben de regresar los niños y jóvenes a clases presenciales? Esta es la gran pregunta que flota en el ambiente de millones de hogares en todo México.
Las opiniones son diversas y muchas de ellas van de acuerdo con los intereses de cada uno. Ayer por lo pronto, en la televisora de Tv Azteca, se daba a conocer una encuesta hecha a niños y jóvenes en la que la pregunta era una sola: ¿Quieres regresar a clases, o no?
Una pregunta tendenciosa debido a la edad que respondió de este segmento. La respuesta lógica fue un SÍ eminente. El objetivo era claro. Venderle la idea a la gente de que sus hijos ya quieren y deben de regresar a clases.
Lo que se vio, de acuerdo con los comentarios de los conductores, era tratar de vendernos la idea de que se debe de regresar a clases, tal como lo ha indicado el presidente.
Y esto es grave, porque las condiciones no son las más apropiadas en estos momentos en que la variable Delta resultó la más mortífera y contagiosa del Covid-19 y que ha mostrado su peor rostro.
Es posible que, si pueda haber un regreso a clases, y esto sería a un mediano plazo, quizá después de que la gran mayoría de los mexicanos estemos vacunados en sus dos fases a cómo debe de ser. Hasta entonces, el gobierno federal podrá exigir el regreso a clases, pero antes no deb de darse. El propio gobierno deberá de garantizar, antes que nada, la salud y la vida de los millones de mexicanos que somos. Mientras esto no sea posible no hay ninguna posibilidad. Y no es exageración.
La situación en la que estamos inmersos con cifras escandalosas en cuanto a contagios y muertes, por puro sentido común deberíamos de estar en otras condiciones y con otras preocupaciones, pero se insiste en enviar a los niños, niños, sobre todo, a la escuela con el riesgo de ser contagiados y fallecer. Estas incesantes opiniones que nos llegan a diario son recalcitrantes y hasta paranoicas.
Es posible que esta breve opinión contravenga a otro sentir más, y que lo que está ocurriendo sea por una culpabilidad compartida, entre sociedad y autoridad, pero lo más importante, fueron los tiempos perdidos, tiempos que significó un crecimiento de cadena de contagios que jamás se buscó romperla con medidas más eficaces. Y llegamos a lo que hoy se vive.
Comparación odiosa: Tabasco casi con 900 contagios diarios y un crecimiento de muertes. Chiapas, con un promedio de 70 contagios diarios y muy pocos fallecidos. ¿Cuál es la diferencia?
Un “toque de queda” al estilo Villahermosa.
Cuando conocimos por experiencia propia lo que sucedía en Mérida, Yucatán, con el llamado popularmente como “toque de queda”, que no era más que una suspensión generalizada de movimientos vehiculares y personas en las calles de 11 de la noche a las 5 de la mañana, debido a la pandemia que hoy se vive, la autoridad ante esta medida ha sido inflexible e incorruptible. El ciudadano lo sabe bien y por ello se abstiene de salir en las noches.
Esta medida no fue complicada para que esa sociedad la aceptara sin problema, se debe a que, desde hace años, en esa ciudad la vida nocturna termina a las 10:30 pm y a las 11 pm y nadie debe de circular en sus calles o avenidas previa sanción ejemplar.
Con esta simple medida se evitan accidentes, venta de drogas, conductores alcoholizados y actos delictivos. Todos aquellos negocios que no respetan esas reglas son sancionados cuantiosamente y quedan expuestos hasta el de perder sus licencias de venta de alcohol. Todo ellos, sin excepción deben de cumplir esa norma sin excepción o palanca alguna.
Eso que le comento tiene mucho que ver con lo que pasa en la capital de la tierra del presidente López Obrador en que la dichosa policía con la que contamos, una gran parte de ella goza de una fama pésima. A ellos, a los que les gusta extorsionar, esta ocasión que se les presentó, fue única y extraordinaria.
Hace unos días, vimos la presencia de un subsecretario de movilidad en un programa de TVT comentando que, si algún ciudadano era extorsionado por un policía o agente de tránsito, a como los conocíamos antes, que lo denunciara de inmediato y daba, aunque usted no lo crea para ello, un correo electrónico con el fin de que el quejoso enviara un mensaje. Me ahorro el comentario.
El quehacer de escribir muchas veces no nos deja muchas opciones para relatar el absurdo del ejercicio público. Esta fue una ellas.
Fernando Estrada Arnica…
Nos dejó en este plano terrenal uno de los mejores pediatras con el que contamos miles de padres y niños desde hace décadas en esta capital. El Dr. Fernando Estrada Arnica un extraordinario ser humano, un hombre de nobleza pura, sembrador de amistad de a verdad, un verdadero amante del futbol, una pasión en que se involucró tanto que gran parte de lo logrado en su vida profesional lo invertía sin contemplaciones.
Se fue y en su adiós nos dejó un enorme legado de cariño, afecto y apego a valores que se extrañaran. Descansa en paz mi buen amigo de muchas décadas. Te extrañaré.