CHAPALEO
(55 años de actividad periodística en prensa, radio y tv)
EL PRESIDENTE Andrés Manuel López Obrador fue directo al grano, no anduvo con medias tintas, está molesto, se queja del demasiado burocratismo en los tres poderes del gobierno y principalmente del Judicial, porque no ha cumplido el mandato de su último decreto para liberar a todos aquellos reos que han pasado muchos años sin haber recibido sentencia, al igual que los que fueron torturados para hacerlos culpables
“VOY A intervenir, -dijo decidido- estamos revisando todos los casos y buscando que se atienda pronto, me desespera el burocratismo que desgraciadamente existe en los tres poderes, en el ejecutivo, en el legislativo y muy lamentablemente en el poder judicial” de este último comentó “hay una actitud demasiado rígida, no predomina la idea, el sentimiento, la voluntad de hacer justicia. Les falta mística a los jueces para hacer justicia”
LA DISPOSICIÓN presidencial alegró a muchos, principalmente a gente humilde que tienen familiares purgando condenas sin saber cuándo concluirá su martirio y es que detrás de estos casos hay acusaciones, muchas con justa razón, pero también algunas perversas que cubren delitos ajenos.
PESE AL peso político que tiene el Presidente, cuida mucho ese detalle y sin ordenar, con su humildad característica, se compromete a gestionar ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación y la Fiscalía General de la República para cumplir de manera eficaz con la pronta excarcelación de los que se la merezcan, promesa que debió haber sido ejecutada antes del 15 de septiembre
TRATANDOSE DE aplicación de justicia, los casos se tornan difíciles dado que en ellos se involucran cuestiones de alta política, de amigos. compadres o de posición social. Entes que se protegen entre sí y van contra los más débiles que son los que están viviendo en las cárceles.
EN ESTE tipo de situaciones los abogados se enfrentan a intereses creados muy fuertes, a grado tal que siempre chocan con pared y ante lo imposible, muchos se desisten de seguir llevando el caso y esto significa volver a empezar.
TAL VEZ el Presidente no tenga al alcance de sus manos el control absoluto de los jueces del poder judicial, pero sí tiene muy cerca la forma de cumplir su propósito, en los gobernadores, en los Procuradores Generales de Justicia y más aún en los Fiscales Generales de cada entidad. Ellos saben mucho, ellos son los encargados de impartir la justa justicia
Y CLARO que hay más, mucho más, pero por hoy me voy, no sin antes recordarles lo que el Presidente López Obrador dijo a los habitantes de un poblado en la sierra oaxaqueña: “Por eso hablé desde el principio, que había que levantar el elefante que encontramos echado, un elefante mañoso, reumático”