De Primera Mano
De la camada de presidentes municipales que arrancan dentro de un mes, serán mujeres las que enfrenten las peores situaciones de emergencia que podrían degenerar en crisis, esto en los dos municipios más importantes de Tabasco.
Se trata de las alcaldesas de Centro, Yolanda Osuna Huerta, y de Cárdenas, Mayté Zapata, que van a recibir administraciones con graves problemas bien focalizados: 1) en la capital el tema del agua potable es una espada que pende sobre la cabeza de sus habitantes, y 2) en la tres veces heroica ciudad ubicada a 50 kilómetros de Villahermosa, la inseguridad amenaza con rebasar al Estado.
A estas alturas ambas ya deben contar con un diagnóstico de la situación que enfrentan las comunas que pronto encabezarán.
A su manera, cada una afrontará el que quizá sea el mayor reto de su trayectoria.
En el caso de Osuna, el tema del agua potable parece irresoluble: se necesitan por lo menos 12 mil millones de pesos para construir una nueva red, así como las de drenajes sanitario y pluvial.
La crisis del agua es más grave de lo que parece: la comuna gasta cerca de 600 millones de pesos anuales para reparar las fugas de agua potable que al año siguiente vuelven a presentarse porque la infraestructura ya es obsoleta.
Además, de acuerdo con datos oficiales, en el trayecto se desperdicia más del 40 por ciento del líquido que se traslada de la planta potabilizadora a los hogares de Centro.
En Villahermosa, producir un metro cúbico de agua potable cuesta entre ocho y diez pesos, mientras la tarifa que paga la ciudadanía es de 88 centavos, por lo que se subsidia un 90 por ciento de su costo real.
Tabasco es el único estado del país donde el agua es “gratuita”.
En este municipio solo el 30 por ciento de la ciudadanía paga el servicio, y la cartera vencida pasa de los 400 millones de pesos.
Así, no hay presupuesto público que alance para solucionar un problema que sin duda será la gloria o el infierno para Yolanda Osuna.
LOS MUERTOS DE CÁRDENAS
En la cabecera del segundo municipio en importancia de la entidad todos los días hay muertos.
En los centros de reunión se dice que si no son ciudadanos que caen por las ráfagas del crimen organizado, pierden la vida en accidentes de tránsito.
A eso se enfrentará Mayté Zapata, quien ya debe tener un análisis de la situación por haber sido integrante de la pasada Legislatura.
Aunque es un tema que corresponde a la federación, finalmente al ayuntamiento le repercute en razón de que los presidentes municipales representan la primera puerta que toca la ciudadanía.
A diferencia de los demás municipios, incluido el de la capital, en Cárdenas las bandas criminales no han querido acatar la política de “abrazos no balazos”.
Esto quizá obedezca a que se trata de la “sede regional” de delitos federales de alto impacto como el robo de combustible a Petróleos Mexicanos (Pemex).
Acaso porque la capital tiene más vigilancia por parte de las fuerzas armadas, en la localidad que dentro de un mes presidirá Mayté Zapata se ha asentado un grupo criminal muy poderoso dedicado al “huachicol”.
Por eso los muertos de todos los días no ocurren en otras partes del estado.
Por mucho, más allá de que lo digan las estadísticas oficiales, Cárdenas parece estar convertido en el municipio más violento de Tabasco.
Dura tarea para la exdiputada, que seguramente dejará que sean las autoridades estatales las que le pongan a sus jefes policiacos.