Franja Sur
Existe una promesa para el 2024, conocida por muy pocos en el argot político de Tabasco. Aquí se la vamos a contar.
Tras conocerse los resultados de 2018 con el triunfo de Morena que llevó a su candidato Adán Augusto a la gubernatura, quien desde el primer día comenzó a trazar lo que sería un gobierno al estilo de Arturo Núñez.
Mientras, Gerardo Gaudiano, quien compitió por el PRD, asimiló los resultados pero al mismo tiempo se lanzó un reto. Dijo que volvería a competir en 2024 por la gubernatura, y lanzó la frase que pinta para histórica: “Adán me entregará el poder el 31 de diciembre de 2024”.
Así, a estas alturas se aprecia difícil que alcance su propósito el diputado federal del Movimiento Ciudadano, Gerardo Gaudiano, pero como en política no hay nada escrito y, aún faltan tres años, hay que esperar, porque surgen los imponderables de siempre que cambian de un momento a otro las circunstancias en el país y en Tabasco.
Por lo pronto se cumplen dos aspectos rumbo a ese propósito. 1.- Se presume entre la clase política choca que Gaudiano ya tiene casi amarrada la candidatura en Movimiento Ciudadano. 2.- En Tabasco se reformó la ley para que Adán Augusto puedas regresar al gobierno a terminan su mandato.
Bien. Es de todos sabido que la fuerza de Morena en esta entidad del sureste está pendida de la fortaleza del presidente en el ámbito nacional y, de sus programas sociales. Luego entonces, el tránsito de estos tres últimos años será significativo para el futuro electoral de 2024, tanto a nivel república como en Tabasco.
Lo que quiero decir es que así como se puede catapultar Morena por sus acciones de gobierno, un error lo podría mandar a la lona electoral. Para citar un ejemplo, baste conocer la arremetida desde Palacio Nacional ahora contra la UNAM y contra los universitarios.
Olvida el Ejecutivo federal que parte de los 30 millones de votos que recibió fue de la comunidad universitaria que creyó en su proyecto de gobierno, pero así como existe activismo y habilidades para sumar voluntades a su favor, hay errores que no sólo pueden marcarlo, sino mandar al basurero el bono democrático.
Esta situación la tienen bien estudiada en el partido Movimiento Ciudadano, con Dante delgado a la cabeza, quien desde ya tiene como su abanderado a Gerardo Gaudiano, quien al parecer no se siente ni manco ni tullido ni lo arredra el poderío de Morena en Tabasco.
Está en los suyo, acercándose a gente de las colonias y del campo, apoyándolos y explicándoles la situación del país en su papel de diputado federal opositor.
Y es que hasta el día de hoy, no conocemos ni partidos ni políticos muertos, tampoco invencibles, todo puede cambiar en momentos cruciales, o que los que están en el poder traiciones sus ideales, principios, y lo más fuerte aún, traicionen a sus aliados y a la gente.
Hoy la mayoría de los analistas chocos, lo mismo la comentocracia de los cafés, le dan hasta tres sexenios en el poder a Morena, por la popularidad del tabasqueño en Tabasco, tierra del presidente, donde el cristal se ve color de rosa. Habría que otearlo desde otros estados del país a fin de tener un análisis desligado de la influencia natural por ser la entidad del Ejecutivo federal.
Repetimos, faltan tres años en los que pueden surgir situaciones como el desprendimiento de cuadros importantes, la división, pues, que se dará en el ámbito nacional, cuando no salga electo el zacatecano Ricardo Monreal, porque Marcelo Ebrard es más blandengue y podría disciplinarse. Por cierto, hasta el impresentable diputado Gerardo Noroña se siente con derecho a ser candidato. Arderá Troya.
Vienen muchos episodios rumbo al 2024, por lo que nos parece descabellado hoy asegurar quien será el próximo presidente de México, o el gobernador de Tabasco.
La prudencia ha sido siempre buena consejera, mejor esperar y no estar dando garrotazos de ciegos. Pero lo que sí es cierto, es el reto que se trazó Gerardo Gaudiano para finales de ese año electoral.
Ahí se las dejo.