Carta Abierta
En medio de aires de ‘sospechosismo’ sobre su actuar, Juan Alonso Huerta ha dimitido como presidente provisional de Movimiento Ciudadano y lo más probable es que deje la política. Se va lanzando culpas por todos lados, como una manera de justificar su decisión.
Al señalar a Pedro Jiménez León de imponer a Pedro Palomeque como el nuevo dirigente, al expresar que jamás estuvo de acuerdo con que Gerardo Gaudiano fuera diputado plurinominal, ha confirmado que la decisión del CEN para negarle la reelección ha sido la correcta; que su salida sirve para que MC se deshaga del lastre que le ha impedido avanzar con mayor fuerza en Tabasco.
El señor Alonso se ha ido en medio del descrédito y con la cabeza baja, quejándose sólo después de saber que ni el dirigente nacional, Clemente Castañeda, ni el líder moral del partido, Dante Delgado Ranauro, lo querían más en sus filas. Los militantes de Movimiento Ciudadano se preguntan por qué no hizo públicas sus inconformidades cuando estuvo como dirigente, cuando tenía el poder de echar abajo esos acuerdos de los que ahora se lamenta.
No dice, desde luego, que Pedro Jiménez León le dio todo el respaldo para ser dirigente provisional. Tampoco explica por qué celebró en todo lo alto la llegada de Gerardo Gaudiano. Además, todo mundo sabe de su rechazo para que Ricki Arcos fuera el candidato a la alcaldía de Tacotalpa, lo que se hizo evidente cuando este ni siquiera lo mencionó en su lista de agradecimientos cuando tomó posesión como presidente municipal.
En realidad, los desaciertos y la falta de capacidad de Juan Alonso llevaron al partido al estancamiento durante sus casi dos años de gestión. Los resultados favorables del 6 de junio se obtuvieron a pesar de él, como resultado de la suma del oficio de Pedro Jiménez, la popularidad de Gerardo Gaudiano y la fortaleza política de Ricki Arcos en la región de la Sierra tabasqueña.
Encerrado en su burbuja, lo más probable es que el señor Huerta no conozca las razones por la que el CEN lo descartó para reelegirse. Pues bien, una de ellas radica en sus visitas a la Ciudad de México, donde, dicen, habría ido a ponerse a las órdenes de un funcionario de segundo nivel de otro partido, pidiéndole permiso para buscar un nuevo periodo en Movimiento Ciudadano. Tras llegar esta información a Dante Delgado y Clemente Castañeda, no tuvieron más opción que ponerle un alto a semejante despropósito entreguista.
Una señal sobre dónde ha estado el ‘corazoncito’ del ahora exmiembro de MC surgirá cuando anuncie la adhesión a otras siglas. Lo malo para ese partido es que sumará a un cuadro falto de ideas y de capacidad política.
: SE OLVIDAN DE GRANIER
En los catorce años de la Gran Inundación de Tabasco, registrada el 27 de octubre de 2007, el nombre de Andrés Granier Melo fue borrado de todas las menciones. Parece un despropósito monumental, sabiendo que el entonces gobernador salvó a la entidad de una tragedia mayor, exigiendo al presidente Felipe Calderón el cumplimiento de su responsabilidad y la entrega de ayuda inmediata en el mediano y largo plazo.
Una muestra de la gestión de Granier se dio en la otra grave inundación de Tabasco, la ocurrida apenas en 2021. Los canales de desfogue construidos a la entrada de la ciudad y la barda del malecón evitaron que Villahermosa se fuera de nuevo a pique. La historia está ahí como testimonio de lo ocurrido. Eliminar de facto a los protagonistas de la misma no parece acertado. Más, cuando los ciudadanos tienen el episodio aún fresco en la memoria colectiva.
: GUIÑO AL PRI ESTATAL
La designación de Erubiel Alonso como nuevo secretario general nacional de Movimiento Territorial motivó una reacción favorable del dirigente estatal, Dagoberto Lara, quien lo ve como una señal favorable al desempeño de su partido en Tabasco.
El consejero político, Pancho Lastra, expresó su apoyo público, en el entendido de que Dagoberto y Erubiel trabajan en el mismo objetivo de fortalecer al partido en el Edén.
Se espera que Erubiel entienda ese propósito, actuando como respaldo al tricolor tabasqueño.