CARTA ABIERTA
La morenista Yolanda Osuna ganó la alcaldía de Centro con una cifra récord de 131 mil 691 votos, el 60.7 por ciento del total. Pero parece que algunos inadaptados aún no aceptan la realidad de los resultados y el hecho de que la elección ya ha quedado atrás. En las últimas semanas se ha registrado una campaña virulenta en redes contra la alcaldesa, campaña que ha llegado, en un arrebato de bajeza y acoso, a los extremos de la ofensa personal y contra sus seres queridos.
La andanada de ‘bots’ y ‘troles’ llevó a que el 31 de octubre se afirmara que estos son manejados por los excandidatos del PRI y PRD a la alcaldía de Centro, Andrés Granier y Manuel Andrade. De inmediato, el Químico desmintió estas afirmaciones al quejarse de seguir como blanco de “cobardes infundios, sin una sola prueba de por medio”. Un día después, el dirigente estatal del PRI, Dagoberto Lara, calificó de falsas las versiones de que priistas están detrás de los ciberataques a la alcaldesa y, por el contrario, afirmó que “hay una nueva etapa de diálogo y relación institucional” con el Ayuntamiento de Centro.
Teniendo en cuenta el deslinde de Granier y del líder priista en Tabasco, ¿de dónde viene entonces esa virulencia contra Osuna y cuál es su propósito? Y, ¿quiénes están detrás de esta ‘guerra sucia’ que llega a los límites de una agresión personal que nada tiene que ver con lo político o partidista?
En principio, las miradas se dirigen hacia fuera del estado, en específico a quien se califica como un “iletrado troll de Cancún, acusado de violencia política de género”. En otros casos se habla de seudoperiodistas que, escondidos en el anonimato, han fracasado en sus intentos de chantaje hacia la administración municipal.
En cualesquiera de los casos, extraña que sólo Dagoberto Lara y Andrés Granier se hayan deslindado de cualquier injerencia en estas agresiones, dejando en el maldito ‘sospechosismo’ a Manuel Andrade. Sin embargo, en descargo de este, hay que admitir que poco o nada gana el neoperredista con ordenar insultos de grueso calibre.
En conclusión, todo apunta a que las publicaciones de acoso, ensañamiento, desprecio y crueldad contra la alcaldesa provienen de chantajistas profesionales que aún no aceptan el triunfo de la morenista. Rebaten el resultado del 6 de junio y han adoptado el plan de manchar su imagen desde el anonimato de los ‘bots’ y los ‘troles’. Creyendo apoyar a quienes no ganaron esa elección, en realidad están quedando en ridículo por actuar a título personal, víctimas de su propio proceder.
En vista de la cobardía de esos ataques sin escrúpulos, cabría esperar que Twitter y Facebook eliminaran esas cuentas y se iniciara una investigación a fin de deslindar responsabilidades.
Al incitar al odio y la violencia, al ser irrespetuosos y ofensivos, lo único que han logrado es fortalecer la imagen de Osuna ante los ciudadanos y frente a sus adversarios políticos. Es decir, les ha salido el ‘tiro por la culata’.
Algo debe quedar claro: las agresiones contra Osuna no son discrepancias políticas, esto es violencia política de género con fines desestabilizadores. Del Municipio, de Tabasco, de la democracia. Y casi 132 mil votantes de Centro la apoyan.
De cualquier forma, Osuna sigue ahí. Resistiendo y gobernando. Bastante ocupada está como para responder a actitudes gansteriles que vienen de dentro y fuera de Tabasco. Pero, por favor, que no se equivoquen los ‘troles’ y ‘bots’, porque las caretas ya se les han caído al suelo.