Franja Sur
¿Quién protege al ex gobernador Arturo Núñez y por qué?, esas son las preguntas en Tabasco y sus alrededores, pues el tema no es menor, andan bailando más de 4 mil millones de pesos del erario y hasta el día de hoy el manto de la impunidad cubre ese hecho.
El asunto es que ante el arresto del ex director de Pemex Emilio Lozoya, en esta entidad de inmediato se recordó el caso Núñez, porque es considerado el suceso de impunidad más grande en la vida política del otrora Edén.
Ayer los partidos PVEM y PRI, “destaparon” por enésima vez este tema, y quienes alzaron la voz fueron los diputados Fabián Granier, del tricolor, lo mismo que Miguel Velez Mier y Concha del verde.
Los legisladores demandaron que Núñez rinda cuentas al pueblo de Tabasco, y lamentaron que a tres años de la partida de desastroso gobierno del PRD, aún no estén encarcelados los responsables del “saqueo al gobierno de Tabasco”.
Y es que mientras en el altiplano Rosario Robles, ex secretaria de Desarrollo Social en el gobierno de Enrique Peña Nieto está en prisión desde agosto de 2019 y Emilio Lozoya, ex director general de Petróleos Mexicanos por fin pisó la prisión el miércoles pasado, Núñez anda libre y hasta ofreciendo conferencias.
Esto es, la cuerda revienta por lo más delgado, como suele suceder cuando hay “peces gordos” en el entuerto. Los ex presidente Carlos Salinas y Peña Nieto son intocables allá en el ámbito federal, como el ex gobernador Arturo Núñez en nuestro patio, Tabasco.
Esa ha sido nuestra realidad en este país y así continuará, porque la subcultura de que «política mata derecho» es del viejo PRI y, los que gobernaron en el pasado y los que hoy están en el poder, todos o casi todos, son hechura del partido que formó Plutarco Elías Calles. Ahí tuvieron su formación y esos vicios son insuperables.
Los ultra acuerdos entre políticos en el máximo poder de México rebasan leyes, jueces, principios, dignidad.Todo queda en las sombras de la impunidad, resumido a basura cuando se trata de negociaciones que jamás conoceremos los simples mortales.
Sólo los muy ingenuos, los obnubilados con discursos balines que, por desgracia no son pocos, se creen eso de aplicar la justicia caiga quien caiga, así como el cacareado asunto de que se está combatiendo la impunidad a fondo. Ese país de las maravillas sólo existe en el discurso político, porque siguen existiendo los protegidos por el gobierno a base de acuerdos insanos.
Precisamente ayer volvió a salir el tema del ex Ejecutivo Arturo Núñez, y cuando checamos anoche las notas del reportero Leandro de la O, (que se publican hoy en Papiro) a mi memoria llegaron las palabras del ex mandatario, como parte de su incendiado discurso aquella mañana del 31 de diciembre de 2012, cuando tomó protesta como gobernador.
Ahí estábamos la mayoría de periodistas y columnistas de Tabasco, porque eran los tiempos cuando se invitaba a toda la prensa a los informes de gobierno, así como a tomas de protestas, costumbre que por cierto el ex gobernador Adán Augusto frenó, porque según su particular punto de vista “la prensa no influye”. (De ese tema hablaremos en otra ocasión para echar abajo la hipótesis del ínclito secretario de Gobernación).
En ese discurso Núñez Jiménez se dio vuelo hablando de justicia y de que encabezaría un gobierno transparente, honesto y culpó de todos los males de Tabasco al ex gobernador Andrés Granier.
Bien dicen que “los carniceros de hoy serán las reses del mañana”. Entonces era el “carnicero principal” que comenzaría a operar en la Quinta Grijalva.
Pero vueltas que da la vida. Hoy pasó a ser de acusador a acusado. Y, como una maldición al caso Núñez le queda como anillo al dedo la frase citada.
Esto que le pasa a Núñez debería ser un ejemplo de vida para los políticos que, cuando están en el cargo flotan al caminar y creen que el poder es para toda la eternidad.
Imagínese entonces si en las elecciones de 2024, por ejemplo, una coalición de partido le gana las elecciones al todo poderos Morena, es una suposición, pero tampoco es un imposible, en política no hay nada escrito.
Entonces le revisarían hasta los calzoncillos a los hoy funcionarios del nuevo régimen que se dan vuelo encarcelando a políticos de mediano plumaje del viejo sistema, mientras los de peso completo gozan de impunidad.
Por eso deberían cuidarse los funcionarios menores de este régimen, porque los machuchones para entonces ya estarán arriba de los 70 años, y sólo alcanzarían arresto domiciliario.
Y bien, hoy en Tabasco el pueblo tabasqueño, cuando se escribe sobre el caso Arturo Núñez, con toda seguridad expresa en las redes sociales: “No le harán nada”, “son zorros del mismo piñal”. Será, pues, una de tantas manchas que quedarán grabadas en la piel de este régimen, supuestamente transformador.
Ahí se las dejo.