¡Buen viernes!
La reprimenda pública del presidente López Obrador a los funcionarios más importantes del sector salud por el desabasto y las fallas en el suministro de medicamentos formulada el pasado miércoles y el intento de matizarlo 24 horas después -pero sin dejar de reconocer el problema- (lo que el reportero desconocía al concluir la entrega de esta colaboración) probablemente obedeció a la reacción que generó esa afirmación de voz del mandatario federal.
En primer lugar, haber reconocido esa falla fue tanto como confirmar que las acusaciones de sus críticos nunca fueron mentira, porque como se ha denunciado desde el inicio de su gobierno hay desabasto de medicamentos, también sería falsa la acusación vulgar e inhumana del subsecretario Hugo López Gatell a los padres con niños con cáncer, entre otros.
Y finalmente, llegó en un mal momento porque dificultó la negociación en la Cámara de Diputados del Presupuesto 2022.
Como sea y a juzgar por las últimas afirmaciones del mandatario federal algo parece real, está inconforme, molesto, porque NO todos han entendido su idea de disrupción en el sistema político mexicano y de su transformación.
Les comparto:
ENTORNO
“El hombre vulgar, cuando emprende una cosa, lo echa a perder por tener prisa en terminarla” Lao Tsé.
Apenas inició noviembre el presidente Andrés Manuel López Obrador arremetió contra la lentitud “en general” de todos quienes deben apurar la idea política de su transformación, que, contra todo lo que pudieran afirmar los románticos, no avanza al ritmo al que él aspiró, lo dijo, con sorna, en la conferencia mañanera al regresar del puente del día de muertos “todos los días hay que estar empujando al elefante…” en relación a un tema en específico que en realidad son todos, aquellos donde cree que todo parece aletargado.
Entusiasmo, capacidad y… eficiencia
Otra reprimenda –al estilo tabasqueño- y porque como él dice “mi pecho no es bodega” públicamente, en Colima, con el secretario de gobernación Adán Augusto López Hernández a su lado el pasado miércoles, espetó:
“Ya tenemos que terminar de resolver el problema del abasto de los medicamentos, esto es para Juan Ferrer, esto es para el doctor Alcocer: yo no quiero escuchar de que faltan medicamentos y no quiero excusas de ningún tipo, no podemos dormir tranquilos, si no hay medicamentos para enfermos”.
En esas horas de recriminación, los padres de niños con cáncer volvían a bloquear los accesos a la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y previo a su participación en la Cumbre de la ONU en Nueva York, el tema del desabasto volvió a manifestarse por distintas vías.
El tema de seguridad nacional, con turistas escondidos y otros asesinados en las bellas playas del Caribe mexicano y en muchas ciudades del país, mientras traficantes de drogas se pasean impunemente con metralletas de alto calibre en las playas mexicanas, en bares, restaurantes y disparan a mansalva a plena luz del día, pronto detonará otro manotazo presidencial sobre la mesa.
La decepcionante tarea de combate a la inseguridad en el país y la presidencia del Consejo de Seguridad de la ONU que el Gobierno de México ostentará por un mes, llegó incluso a la portada de la famosísima revista Charlie Hebdó, como una crítica severa donde se observa un personaje con sarape y sombrero (que duerme la siesta) con las siglas UN (United Nations) sentado en el suelo, mientras las balas atraviesan su espacio.
Lo cierto es que, el presidente no lo puede todo y es ahí donde muchísimos han fallado a la oportunidad brindada.
Juan Ferrer Aguilar titular del INSABI, es un tabasqueño entusiasta, atento, buen conversador, pero, para un asunto tan fundamental como el que se le planteó que pretendía construir desde CERO un nuevo esquema de compra, acopio, suministro y distribución de medicamentos y otros productos en casi tres años, simplemente no ha terminado de concretarse y el tiempo, pero sobre todo los reclamos y los insultos no se detienen.
Mito, leyenda o verdad, no se sabe, pero se cuenta que cuando habían decidido la conformación del gabinete y ese espacio en particular –como presidente electo- López Obrador, perfiló como debía ser el titular de esa dependencia de reciente creación y totalmente de la 4T, pedía que no tuviera problemas de movilidad, es decir, estar en Yucatán hoy y viajar a Ensenada, Baja California Sur al día siguiente, sin problemas de horarios, con un compromiso de acudir hasta la comunidad más apartada, entrega total pues, en ese momento, alguien inesperado, sugirió el nombre de Juan Ferrer y así llegó al INSABI. Fin de la historia.
En esa dependencia, lamentablemente, tienen que investigar a fondo, un proveedor recientemente expuesto por presuntas anomalías, que en realidad dicen los que saben, no las tiene, se dedicó a proveer medicamentos gracias a reportes otorgados a este por un funcionario de esa dependencia, en otras palabras, le proporcionó información reservada sobre áreas de oportunidad en los estados e instituciones de salud del sector público para surtir medicamentos, porque ellos no podían dado su conflicto con las farmacéuticas. Este es un ejemplo, es cuestión de revisar tantito nada más.
Nadie puede considerarse inamovible
A partir de la cadena de hechos desafortunados ocurridos en las últimas horas, está claro que, el presidente López Obrador, no tolerará el mínimo error, el tiempo está encima y la presión no cesa, cualquiera puede irse del gabinete de un momento a otro.
CONTORNO
La queja de los alcaldes…
Algunos alcaldes se han quejado de manera pública del desastre financiero que encontraron, otros lo hacen en privado, pero en la misma tesitura, pero, nadie ha interpuesto una demanda en contra de algún ex funcionario municipal, por lo que eso anticipa que no pasará nada.
Este fin de año parece perdido, porque las actuales autoridades sostienen que además de dejar la caja “en cero” heredaron deudas –de carácter institucional- como los de energía eléctrica que ahora le toca a ellos saldar, además de la amenaza de corte por parte de la CFE.
El tiempo pasa y desafortunadamente, ahora peor que antes, incluso algunos con cierta vergüenza admiten que los que salieron y los que entraron “por ser del mismo partido” les toca callar.
Difícil panorama.
javiermarinhdez@hotmail.com