GUAYABERA POLÍTICA
No les salen las cuentas a los detractores del Presidente López Obrador; por más que se quiebran la cabeza inventando mil fórmulas para hacernos creer que lleva al país a un despeñadero; sus malévolas versiones no dan en el blanco.
Sus críticos, rabiosos, no hayan ya cómo atraer la atención de sus supuestos convencidos eguidores para acrecentar, según ellos, una percepción distinta y alejada de la realidad. Van a enloquecer.
Lo ocurrido ayer en Washington, en donde el Primer Mandatario de la Nación se entrevistó con el Presidente Joe Biden, de Estados Unidos, y el Primer Ministro de Canadá, Justine Trodeau, es una prueba más que contundente de que el Presidente López Obrador no sólo lleva las riendas del país con absoluta responsabilidad y visión, sino de que sus relaciones con el exterior, principalmente con los líderes de los otros dos países norteamericanos, son excelentes.
Lo mismo ocurrió durante su aún reciente visita a las Naciones Unidas en Nueva York, en donde participó en calidad de presidente, del Consejo de Seguridad de este organismo mundial, importancia concedida a México, por primera vez en la historia.
Fallaron los pronósticos, repito, de los críticos del Presidente acerca de que caería en el número de sus seguidores y no plantearía nada trascendente durante su visitaa Nueva York.
Incluso algunos que vieron las manifestaciones de apoyo que suscitó su visita entre los mexicanos que viven en Estados Unidos, dijeron que había «acarreado» a muchos con la promesa de darles 100 dólares a cada uno.
En realidad, hubo una importante asistencia de nuestros paisanos en muchos terrenos: danza, música, canto, alborozo, aunque también reclamos, ya que exigieron que no sólo tengan algunos derechos, sino todos, incluido el de votar plenamente, amén que los servicios que reciben en los consulados sean los correctos y no los traten con desdén o desprecio, algo que debe de atender prontamentev el embajador Esteban Moctezuma Barragán.
En Canadá el gobierno y algunas ONGs, entre ellas: Acciones Interculturales, crearon infinidad de actividades, desde las religiosas hasta las convivencias, recreos, actividades deportivas de mucho tipo y comidas tradicionales, a las cuales invitaron a los representantes mexicanos a que participaran en estas formas de dignificar el trabajo de los que laboran en el campo.
Este año recibiremos de nuestros migrantes, que han aumentado su salida con la pandemia, 50 mil millones de dólares, lo que ha permitido que nuestra crisis sea menos terrible.
Hizo bien Andrés Manuel en plantearle a Joe Bien, con quien se reunió ayer igual que con Justine Trudeau, que se legalice a 11 millones de compatriotas que están con problemas migratorios y pueden ser deportados.
Fue correcto, también, haber planteado, por AMLO, en la ONU, el Plan Mundial de Fraternidad y Bienestar, ya que 750 millones en el mundo sobreviven o mueren porque no reciben ni siquiera dos dólares al día, incluyendo a nuestro país, al día de hoy se sumaron ya 100 países al proyecto.
Y mejor, todavía, al proponer que se haga un fondo de un billón de dólares al año para atender esos problemas, con las aportaciones del 4% de las mil personas más ricas del orbe, igual cantidad del millar de empresas más poderosas en el mercado mundial y el 0.2% de las naciones integrantes del G20.
Fue crítico el tabasqueño, al señalar que la ONU debe de salir de su letargo y el formalismo que la caracteriza. Es necesario, entonces, que se reforme y denuncien los atropellos mundiales, amén de que combata la corrupción en el mundo y la desigualdad y el malestar social que cunden en el planeta, con más decisión, profundidad, protagonismo y liderazgo.
¿Y sus detractores? Pregunto, amable lector. Retorciéndose en el lodo y pensando en que ayer el Presidente mexicano iba a ser regañado en Washington en donde se le iba a exigir que entregara las industrias eléctrica y la petrolera a la inversión extranjera, principalmente a la norteamericana. Ja.
No se les hizo. Se quedaron con su antipatriotismo atorado.