Franja Sur

El sábado pasado se cumplieron cuatro años de la desafortunada respuesta del entonces gobernador Arturo Núñez Jiménez al grupo de maestras que lo encaró. Demandaban el pago de prestaciones laborales.

Acababa de terminar el desfile del 20 de noviembre de 2017, Núñez se aprestaba a bajar del escenario improvisado que se montó para que presidiera el desfile junto a su esposa y colaboradores.

De pronto, entre los reclamos del grupo de maestras se escuchó: “¿Dónde está el cambio?” En referencia al eslogan del gobierno de Arturo Núñez, que cacareaba que en su administración llegaría el “cambio verdadero”.

Al gobernador le ganó la pasión tabasqueña. Al oír la interpelación, detuvo su marcha, giró sobre sus zapatos y, muy ufano, alzando la voz les contestó a las mujeres: “Vayan al oculista”.

Para esas fechas el gobierno de Arturo Núñez se caía a pedazos con un gabinete que nunca soltó la curva de aprendizaje y se quedó patinando en su intento de gobernar.

Las obras brillaban por su ausencia. La única, el Mercado Público José María Pino Suárez, construido con recursos de la federación, caminaba a marcha forzada. Su edificación fue lograda por locatarios que hicieron la demanda al secretario de Hacienda, Luis Videgaray.

La población tabasqueña estaba muy molesta con el gobierno de Núñez que se la pasó culpando al ex gobernador priísta Andrés Granier de todas lo mal que le pasaba a Tabasco. La venganza le envenenó el alma y se olvidó de hacer política y de trabajar con seriedad

En estos nuevos tiempos, a la distancia se puede tomar como una lección la administración nuñista, de lo que no se debe hacer cuando se es gobierno. Todo gobernante que llega al poder con odio, rencores, sed de venganza, de revanchismo, está condenado al fracaso.

Arturo Núñez comenzó su gobierno culpando y persiguiendo a los funcionarios del régimen anterior, judicializó la administración con demandas y acusaciones al por mayor. La historia es muy conocida en Tabasco, varios de sus enemigos pisaron la cárcel y algunos más tuvieron que huir del estado.

La justicia divina lo castigó, pues hoy, el ex gobernador que llegó con todas las estrellas en su solapa, “brilla” en la historia política de Tabasco como el peor gobernador, como el más ruin, vengativo y a la vez perezoso. Y por si fuera poco, enfrenta demandas para que aclare más de 4 mil millones de pesos que andan bailando. Los carniceros de hoy…

Pero él y su equipo, el día que le gritaron, creían que estaban logrando un buen gobierno, y jamás escuchó los señalamientos de la prensa, de analistas que de manera puntual en el día a día le señalaron los errores y las múltiples irregularidades que daban visos del saqueo de sus funcionarios al erario.

Por eso, cuando trascendió que había respondido a las maestras: “Vayan al oculista”, mostró a propios y extraños un ejemplo de que el poder ciega a los gobernantes, por muy avispados que sean. Núñez, en su burbuja, no alcanzaba a ver la funesta administración que encabezaba.

Así, el gobernador que logró la alternancia en esta región del país, yace en el basurero de la historia, cuando hoy, si le hubiese sido leal a López Obrador, a quien públicamente llamó “jefe”, estaría en los cuernos de la luna.

El hubiera no existe, pero si Núñez no se hubiese entregado a Peña Nieto como lo hizo, si cuando López Obrador le pidió presentara una controversia contra Pemex hubiera aceptado–que fue el inicio de la supuesta ruptura–, por supuesto que nadie le habría quitado en el nuevo régimen el cargo de Secretario de Gobernación y, vea usted, en estos tiempos en automático sería de los presidenciables sin regateo alguno, por su amplia trayectoria en el servicio público federal.

Vueltas que da la vida.

Ahí se las dejo.

La botica

1.- Me escriben habitantes del municipio de Cárdenas para recordar el caso del Hospital General de Cárdenas, que urge sea rescatado, y piden que en estas líneas haga el llamado al gobernador Carlos Manuel Merino para que intervenga en el tema ante la federación. “A lo mejor en una de esas te lee el gobernador”, dicen. Servidos.

2.- Están muy callados los del PRD con el tema de la resistencia civil contra CFE por las altas tarifas.

Por René Alberto López

39 años de trayectoria en el periodismo, ejercicio que inició en su natal Cárdenas en 1981. Ha publicado en diversos medios de Tabasco, Campeche y Chiapas. Dos premios estatales de Periodismo en Campeche, y en Tabasco recibió el reconocimiento "De Periodista a periodista". Corresponsal del diario nacional La Jornada y de la agencia internacional France Press (AFP).