Franja Sur
Cuando aspiran a gobernar los políticos se aferran hasta de un clavo caliente a fin de conseguir su propósito y son capaces de ofrecer el oro y el moro en las campañas electorales.
No obstante, en esta ocasión, al menos en Tabasco, los astros se les acomodaron a los gobiernos de la 4T. Mejor imposible para lograr los proyectos planteados por las administraciones federal, estatal y municipal.
En la columna de ayer titulada: “Tabasco, en la inercia”, hablamos de la gran oportunidad de nuestro estado para impulsar el progreso en esta zona del país y enumeramos a los paisanos que hoy ocupan puestos claves en el gobierno de la República.
Por cierto, asiduos lectores recordaron que entre los funcionarios federales de alto nivel, no mencionamos a Juan Antonio Ferrer, en efecto, se trata ni más ni menos que del titular del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), además omitimos a Baldemar Hernández Márquez, director general de la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero.
Pero ni mandado a hacer este último puesto para lo consignado ayer al referirnos al tema de reactivar las actividades primarias en el estado. Y es que citamos a la Industrializadora de Cacao de Tabasco, Oleaginosa del Sureste, el Frigorífico, las Cooperativas de Ostión, pero se nos pasó incluir a la Distribuidora de Productos Marítimos de Tabasco (Dipromat), que tuvo el proyecto, sin éxito, de producir harina de pescado.
Así, estos dos cargos de relevancia citados en esta entrega, se suman a los otros funcionarios mencionados el lunes cuando apuntamos:
“Nunca como ahora el estado de Tabasco había contado con tantos funcionarios de primer nivel en el gabinete federal. Además del presidente López Obrador está el secretario de Gobernación, Adán Augusto; el secretario de Bienestar, Javier May; el director general de Pemex, Octavio Romero Oropeza.
«El subsecretario de Turismo, Humberto Hernández Haddad; así como Oscar Rosado Jiménez, en la Condusef; Rosalinda López Hernández, Administradora General de Auditoría Fiscal Federal en la Secretaría de Hacienda y otra legión más de tabasqueños en puestos de menor jerarquía”. Los dos párrafos de arriba fueron parte de mi entrega del lunes.
Así, podemos constatar que son nueves los tabasqueños en cargos notables del gobierno federal, entre ellos, claro, el presidente de la República, por lo que será harto difícil volver a igualar este récord, y, sería el momento para sacar a Tabasco del subdesarrollo en el que aún estamos anclados. Esta, pues, sería la última llamada para impulsar a tierras chocas al lugar que le corresponde.
Pero con esa cantaleta de la austeridad republicana, es posible que apliquen la frase de la maldición: “ustedes son de casa”, y como esa casa “se llama Tabasco”, pues habría que apechugar y esperar a ver cuándo la benevolencia del gobierno alcanza verdaderamente a esta entidad del sureste.
Ahora, si en el gobierno federal creen a ciegas que el hecho de que se está construyendo en Tabasco la Refinería y parte del Tren Maya se comienza a tocar las bonanzas, no hay nada más efímero, inexacto, erróneo, equivocado.
No es necesario que nos manden a los economistas más insignes del país para constatar la crisis, basta con recorrer las calles del centro de Villahermosa, para observar la cantidad de comercios cerrados. Cortinas abajo que dicen: “se vende o se renta”. Los contados clientes que llegan a la coctelería Rocanrol, en el centro de la capital, es otro parámetro infalible.
Ello es un botón de la realidad en los 17 municipios del estado. En el discurso se habla de millonarias derramas de recursos federales, lo lamentable es que ese presupuesto no se ve ni se siente en la economía del estado.
Aquel que crea que Tabasco está en los cuernos de la luna, es una quimera, acá miles de familias deben renta, luz, agua, predial, y están hasta el cuello de deudas. ¿Qué pasa? Esa es la pregunta que nos hacemos todos en los centros de reunión, en donde por cierto a muchos comensales apenas le alcanza para un café y si al caso, para acompañarlo con una pieza de pan.
Muchos fueron los proyectos en el Plan Estatal de Desarrollo, en el momento que escribo, tengo frente a mí el llamado “Proyecto Social de Gobierno. Tabasco, Escuchar para Reconciliar”, repartido en la campaña política del gobernador Constitucional Adán Augusto López Hernández”.
Es un documento lleno de buenas intenciones, y por supuesto menciona las actividades primarias (de las que hablamos ayer), revisamos los objetivos generales, así como los ejes rectores, y la verdad, la verdad, hay material para muchas columnas.
Pero quedan tres años. Si se aplican, con el respaldo imperioso del gobierno federal, podrían alcanzar la meta que se trazaron. Lo malo sería, como señalamos antes, que no receten la dichosa condena: “ustedes son de casa”. Así, con un presidente tabasqueño en Palacio Nacional, Tabasco está ante la última llamada para salir de la ruindad en la que nos metió el pleito de los políticos tabasqueños.
Ahí se las dejo.
La botica
1.- El Instituto de Seguridad Social del Estado de Tabasco (ISSET) figura entre las instituciones que han cumplido al cien por ciento con la transparencia en el estado, informó el Instituto Tabasqueño de Transparencia y Acceso a la Información Pública.
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