El Tutupiche

Recientemente, el Presidente de México reconoció que no se ha podido vender el lujoso avión presidencial que compró Felipe Calderón y que uso también Enrique Peña Nieto, porque no es un tamalito de chipilín, una nave estándar, si no, una adaptada de manera ostentosa, para fifís, muy fifís.
Aunque se ha anunciado en páginas internacionales especializadas en la materia, y que incluso se hizo una rifa que finalmente fue sin él, el ‘José María Morelos y Pavón’ no ha tenido comprador, y para que no se ‘eche a perder’, se ha tenido que ‘pavonear’ con algunos vuelos cortos, pese a que fue diseñado para viajes largos, como aquellos que se daba Chico Mota.
De no ser vendido, podría administrarlo la SEDENA para rentarlo en viajes turísticos de Santa Lucía a Tulum, lo malo que si resulta demasiado caro el pasaje, solo podrán adquirirlo los yutubers canadienses, y esos si lo convertirían prácticamente en una cantina aérea.
Existe también la posibilidad de intercambiarlo por helicópteros para atender incendios forestales, pues si ya ‘lo quemó’ Peña Nieto para viajes familiares de La Gaviota en su ‘Hoguera de Vanidades’, ¿Qué más da cambalachearlos para que los utilicen los bomberos, no en apagar infiernitos, si no verdaderos fuegos que se propagan sin control en zonas rurales?
Aunque habría que ver bien en cuanto estaría el cambio, o sea, cuantos helicópteros por el ‘Siervo Volador’, pa´ que valga la pena y luego no anden rifando las navecillas en próximos sorteos.
Pero si de rifar se trata, la Unión de Pochimovilistas de Las Gaviotas (que nada tiene que ver con la ex mujer de Peña Nieto), han lanzado de última hora una oferta al avión presidencial: mil pochimóviles a cambio, los que van a desechar ahora que la SEMOVI les exige los compactos.
Pero ¿Qué harán con el avión presidencial los pochimovilistas en caso de que la federación aceptara el cambalache?, dicen que lo quieren como atractivo turístico para pasear a la gente en el nuevo malecón que les está haciendo SEDATU y que va a quedar muy amplio.
¿Y a la federación de que le servirían los un mil pochimóviles de medio cachete? Bueno, tal vez para crear el programa ‘Pochi Bienestar’ o rifarlos en próximo sorteo.
Pero la mejor opción sería vender al invendible pájaro de acero al príncipe de Dubái o a algún jeque árabe, esos si tienen harta lana, y para eso de las ventas y las relaciones arábigas el bueno sería el ex alcalde Evaristo Hernández, pero lo más probable es que se quedaría con el dinero, exiliado en su lugar favorito: Los Emiratos Árabes.