El Tutupiche

Había una vez un país en ruinas, o mejor dicho, pa´ que entiendan: en ruinas arqueológicas y en fósiles (o sea, turismo y petróleo), basaba su economía, en el que reinaban los López.
El primer López era el mandatario absoluto, y el segundo, en absoluto, le hacía caso; el primero decía que el segundo le aligeraba la carga, y el segundo como el Jibarito, iba alegre con su cargamento aligerado rumbo a la presidencia.
Era el gobierno de la 4T, sin embargo, con el actual López de mandatario y tres anteriores, la 4T podría ser llamada también, la 4L; casi todos, sus nombres empiezan con la primera vocal: Antonio, Adolfo, Andrés, excepto uno que lloró y nunca defendió al peso como un perro, José.
¿Seguirá el reinado de los López? Si el primer López lo decide, así podría ser; y si es así, la 4T, (cuatro temporadas de los López), podría alargarse a 5T, si ‘asté’ lo permite, o más bien a 5L, con el secretario de gobernación como candidato, cuyos nombres empiezan también con la primera vocal: Adán Augusto López.
Pero cabe señalar que hay otros López, que aunque son aspirantes con menor peso, y sobre todo, estatura que el segundo, la han buscado, pero no han tenido quien los haya guiado; he aquí la lista de los no tan listos:
Angino López Cuezo, a quien le sobra lo que a Cuauhtémoc Blanco le falta; no le pueden ‘dar cuello’ de la lista, porque ya tiene suficiente, aunque lo consideren algunos, un delincuente ‘de cuello blanco’, sin aludir al ex futbolista.
Alfilo López Lara, un político con su arma principal de trabajo, la lengua, muy afilada, pero sobre todo, de doble filo.
Álvaro López Sordo que aunque no presta oídos a sus asesores, y menos al pueblo, le hace honor a su nombre, pues le encanta ir ‘al varo’.
Arapo López-Tilente Noroña, originario de Aguas Negras (de la comunidad Cárcamo, para ser más exactos), con muchas posibilidades de infectar todo a su paso, pero con poca manera de llegar, por apestado.
Arcaico López Tarso, con muchos años en la polaca, incluso más que los que ha vivido Chabelo, continúa en busca del hueso grande, pero solo ha encontrado de mamuts, en el nuevo aeropuerto.
Y finalmente el doctor Antidiarreico Lope-Ramida, que aunque no es completamente López, pues le falta la ‘z’, ha estado a punto de llegar, pero en el esfuerzo, la ha zurrado, o sea, ‘si se ha hecho gacho’, pero no la ‘ha hecho gacha’.