El Tutupiche
Punto y Punta se casaron y tuvieron un hijo que nació muerto, pero revivió, por obra y gracia de la ortografía, la gramática y seguramente hasta de la industria automotriz, por lo cual lo llamaron: Punto Muerto.
Punto venía de una familia numerosa, pero temprano se alejó de ellos para convertirse en Punto y Aparte, mientras que Punta venía de dos familias: de la podóloga Punta del Pie y de la bailarina Punta, y jamás pensaron que al casarse, el hijo que ambos tendrían sería reconocido como un auténtico hijo de su Punta madre.
Punto era originario de Punto Fijo, mientras que Punta era de Punta Cana; al separarse Punto, de su familia, inició su carrera en Punto de Partida, mientras que Punta se fue a vivir a Punta Arena, ya que recibió un Puntapié de la suya, porque pensaron que era Puntísima, que le encantaba la Puntería, pues no salía de los bailes donde tocaba Banda Blanca, precisamente porque lo que quería era bailar Punta.
Ahí la conoció Punto, quien de joven se sentía muy ‘Sácale punta’, al verla corrida de su casa, la recogió y se la llevo a vivir a Punta Brava; esa fue la Puntilla para que después de varios Puntos Suspensivos se apareciera Puntual la familia de Punta para exigirle casorio, pese a que Punto exclamaba que nomás había sido la Puntita, la que para ellos era suficiente para sacarle Punta al lápiz de Punto con el Sacapuntas de Punta.
Así llegó Punto Muerto a darle vida a sus muertas vidas, ya que desde pequeño era muy Puntual en la escuela, donde desde chico, pese a solo irse desayunado con un Puntal, Despuntaba para obtener el mayor Puntaje, y así lo fue en su trabajo, donde era Puntero en ventas automotrices, además tenía geniales Puntadas para convencer a los clientes, ese era un buen Puntacho a su favor.
Demente, perdón, de mente Puntiaguda, se ganaba a sus compañeras enseñándoles a tejer Puntadas con el famoso Punto de Cruz, pero un día un compañero celoso, que pensó que Punto Muerto era Punto, se le puso de tronco y Punta y se agarraron a golpes, perdió la pelea por Puntos, ya que a él le cosieron dos y a su rival diez, con esa decisión puso los Puntos sobre las íes y jamás lo volvieron a molestar.
En el futbol brilló por anotar muchos goles de Puntera, pues no sabía pegarle de otra manera al balón, y su rola favorita era Puntillita, de Feyove.
Seguramente han escuchado una frase muy famosa que se la atribuyen a él: ‘en la Punta de aquel cerro / tengo una marrana amarrada / y cada vez que la voy a ver…. ¡ahí ta!’.
Una noche, a las 7 en Punto para ser exactos, encontraron muerto a Punto Muerto en su departamento; hasta hoy nadie sabe quién lo mató, agarraron al presunto asesino, y aunque la Fiscalía asegura que fue él, al parecer no fue así.
Por lo que pronto, se alista la serie en Netflix: ‘Punto Razonable’. Punto final.