CARTA ABIERTA
Una nota de El Economista (https://www.eleconomista.com.mx/estados/Economias-de-18-estados-continuan-sin-recuperar-nivel-prepandemia-20230203-0004.html) revela un dato interesante sobre el comportamiento de la economía en Tabasco. En sentido estricto, es resultado directo de la gestión que Carlos Merino realiza desde su toma de posesión como gobernador interino, en agosto de 2021.
La información, de la que debería tomar conocimiento el secretario de Economía, Federico García Mallitz, para difundirla y desglosarla en toda su amplitud, habla de las entidades que más aprovecharon su potencial para superar los daños de la contingencia sanitaria. Y entre ellos, para sorpresa de muchos, está Tabasco.
La nota, firmada por Rodrigo Rosales, señala que tras los estragos que trajo consigo la pandemia de Covid-19, la mayoría de las economías estatales continúa sin recuperarse. Sin embargo, hay excepciones que aprovecharon su potencial para superar los daños de la contingencia sanitaria, destacando Tabasco, seguido de Chiapas, Baja California y Oaxaca.
De las 32 entidades del país, 18 registraron bajas en el tercer trimestre del año pasado, respecto a su nivel prepandemia. Las principales razones son que se acaba poco a poco el efecto reapertura, la elevada inflación, el endurecimiento monetario y la brecha que se abrió con los proyectos federales.
Según datos desestacionalizados del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), Campeche fue el estado con la caída más pronunciada del Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal (ITAEE), de 17.42% entre el tercer trimestre del 2019 e igual periodo del año pasado. Es decir, se encuentra 17.42% por debajo de su umbral prepandémico.
Una situación muy diferente es la que vive su vecino de occidente, Tabasco, cuya principal vocación económica es la minería petrolera. Y aquí viene lo interesante para el Gobierno de Carlos Merino: Tabasco quedó en la cima con un crecimiento de 22.28%, superando los efectos de la crisis sanitaria.
Este dinamismo provino de la detonación de las industrias minera y de la construcción, producto de la refinería de Dos Bocas, una de las obras insignia del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Pese a que Campeche, al igual que Tabasco, Yucatán, Quintana Roo y Chiapas, es parte de la ruta del Tren Maya, más enfocado a la movilización de turistas y de carga, no recibió algún proyecto federal que impulsara su vocación petrolera.
Detrás de Tabasco, se ubicó Chiapas como la entidad con la mayor recuperación de su actividad económica. En el periodo de análisis, Chiapas obtuvo un aumento de 8.63% de su ITAEE, gracias a la detonación de sectores estratégicos para el estado como el campo, la construcción y la generación de energía eléctrica.
El podio lo completó Baja California, representante de la frontera norte de México, con un crecimiento de 6.94% de su actividad económica. La mayor fortaleza de la entidad fue la manufactura con un alza de 18.7%, aunque su talón de Aquiles corresponde a la construcción y a la energía eléctrica.
También es importante mencionar a Oaxaca, que junto con Veracruz alberga otra obra emblema del gobierno federal, el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec. Con su incremento de 5.86% de su ITAEE logró conseguir el cuarto lugar nacional, cuyos pilares fueron el campo, la energía eléctrica y la construcción.
Ahora falta que García Mallitz se arremangue la camisa, que proceda a la difusión de estos datos que sitúan a Tabasco en la cima de la recuperación económica del país. No se trata sólo de replicar la nota de El Economista, sino de fortalecer los mecanismos para acrecentar la confianza de los inversionistas locales y foráneos.
En términos generales, hay una señal ‘dura’ de que la gestión de Merino está acertando en el manejo económico.