CARTA ABIERTA
Ahora resulta que el grupúsculo morenista que se siente afectado por la candidatura de Yolanda Osuna a la alcaldía de Centro ha comenzado a esparcir el rumor de su ¡sustitución! Sin importar llevarse de corbata a Obrador, Sheinbaum y May, estos demonios han fabricado un montaje a ras de tierra y en las redes sociales que, por ser tan artificial, lleva al escarnio por buscar tomarle el pelo a los ciudadanos.
Cuando un reportero le preguntó al dirigente estatal de Morena, Joaquín Baños Jiménez, sobre ese supuesto cambio de candidata, este respondió: “Son rumores, parte de una guerra sucia”. Luego reiteró que Osuna seguirá firme.
La artimaña contra la abanderada recuerda el proceso de desafuero que López Obrador vivió el 7 de abril de 2005, cuando Vicente Fox buscó cerrarle el paso como candidato presidencial en las elecciones de 2006.
Si bien Osuna no se ha sometido a un juicio de desafuero, está muy claro que una minúscula cofradía morenista no se resigna a la decisión que tomó el partido, con el aval de tres personas: AMLO, Sheinbaum y May.
Irascibles por no haberles favorecido la nominación, han tramado un montaje: crear la percepción de que Osuna es rechazada por los electores y así forzar su sustitución. En un abuso a la inteligencia humana han esparcido tres argumentos entre sus voceros: 1) la reelección no es válida, 2) es adancista y 3) los pobladores no la apoyan.
En el primer caso, AMLO está en contra de la reelección presidencial; no de los alcaldes, senadores y diputados. Decir lo contrario es pecar de ignorancia de la ley electoral. En cuanto a su adancismo, es innegable que no han visto al resto de los candidatos al Senado, diputados y alcaldías, donde al menos un tercio de ellos son afines a Adán Augusto. Y por muy influyente que este sea en el partido, las nominaciones de los candidatos han tenido que pasar por el escritorio de AMLO.
En la gran mayoría de sus giras, Osuna ha tenido un respaldo general de los electores, salvo esos incidentes armados para generarle una imagen adversa en la opinión pública.
¿Cuál es la treta de fondo de los golpistas?: 1) lograr el reemplazo de la candidata para que uno de quienes compitieron con ella por la nominación ocupe ese sitio, y 2) minar su apoyo ciudadano para hacer ganar a sus dos ‘caballos de Troya’: Humberto de los Santos Bertruy (PVEM) o Fernando Mayans (MC). Ambos tienen padrinos muy poderosos en el partido oficial.
En efecto, los demonios se han soltado en un rincón de Morena, jugando a la traición contra la 4T y contra López Obrador en particular.
Esta es la explicación de esa guerra sucia que señalaba el dirigente estatal morenista. Es una política de cañerías, donde ninguno de los recientes episodios contra la abanderada ha sido espontáneo ni producto de la casualidad. Ni siquiera los comentarios en algunas columnas de opinión.
Los montajes contra Osuna seguirán en las próximas semanas. Y aunque su candidatura está segura, no deja de indignar que algunos pocos morenistas hagan política con estiércol en sus manos. Aunque con ello afecten también a Javier May.