Franja Sur

SEGUNDA Y ÚLTIMA PARTE

En la columna de ayer referimos el caso de imperfección que sacó a flote el aguacero del pasado fin de semana en la obra del malecón o andador de Tepetitán, recién entregado por este gobierno federal.

También recordamos el acontecimiento del mercado público de la cabecera municipal de Cunduacán, cuyo techo se desplomó en una de sus partes el 24 de octubre de 2021. Como ya hemos explicado son obras a cargo de la Secretaría de Desarrollo Territorial, Agrario y Urbano (Sedatu), cuya fama de entregar construcciones de pésima calidad ya recorre el sureste y se podría extender al plano nacional.

Hemos consignado que lo sucedido en la Atenas de la Chontalpa, como igual ocurrió en la emblemática población de Tepetitán, son dos botones de muchos otros que deben obligar a mantener en vigilancia permanente y a fondo la obra del parque Centenario 27 de Febrero.

No deben descartar los del gobierno que un desplome o falla alguna en su estructura le explotaría en las manos al presidente López Obrador, pues es de todos conocidos que esa edificación surgió a iniciativa del mandatario federal, aficionado al deporte de la pelota caliente. Sobre todo en estos momentos que está en el ojo del huracán y tiene en puerta la revocación de mandato.

Además de las autoridades de la afamada Sedatu, los diputados locales, federales y el propio gobierno estatal, deberían temer en su agenda de riesgo la construcción del 27 de Febrero, no permitir por ningún motivo que les entreguen a Tabasco una obra patito o con fallas estructurales como las que acostumbra la multicitada dependencia federal.

En relación a los incidentes que se han presentado en las obras y como son del dominio público, el columnista decidió consultar a varios constructores, a tabasqueños especialistas en el ramo que los hay. Cada uno por separado señaló que la dependencia federal está contratando a compañías de fuera con ingenieros incapaces que, si con eso no bastara, desconocen el entorno, el suelo de Tabasco.

Dijeron que los constructores contratados por la Sedatu “están demostrando que sus proyectos no son adecuados para la región, utilizando cálculos estructurales no son aptos para el tipo de suelo del estado.

“Y, no obstante que los proyectos pasan por las direcciones de obra pública de los ayuntamientos para su revisión, para observar si hay factibilidad para el proyecto a desarrollar, los aprueban porque suele suceder que, o bien hay ingenieros inexpertos que apenas egresaron de las universidades o también los recomendados o aparece la conocida mochada”.

Así, tanto las malas obras de la Sedatu, como el caso del malecón que se dañó en Jalpa de Méndez con las primeras aguas, lo mismo que la pésima rehabilitación de un camino en el Plan Chontalpa, que pasa por el 57 Batallón de Infantería (Parnasos) adolecen de manos expertas.

La carretera del Plan Chontalpa la acaban de entregar y ya muestra baches por todas partes, la zona asemeja como si hubiesen lanzado granadas.

Los constructores entrevistados apuntan las fallas hacia tres situaciones: “ineptitud de las constructoras, que lleva a la mediocridad. La política de austeridad al utilizar material barato, similares, y, el fantasma de la corrupción al alterar precios prometiendo una obra de calidad y terminan entregando obras patito”.

Eso pasa, pues, cuando los gobiernos ponen por encima de la calidad y servicios dignos para la ciudadanía, su dichosa austeridad para ahorrarse unos pesos.

Ahí se las dejo.

@el_papiro @ralopez22

Por René Alberto López

39 años de trayectoria en el periodismo, ejercicio que inició en su natal Cárdenas en 1981. Ha publicado en diversos medios de Tabasco, Campeche y Chiapas. Dos premios estatales de Periodismo en Campeche, y en Tabasco recibió el reconocimiento "De Periodista a periodista". Corresponsal del diario nacional La Jornada y de la agencia internacional France Press (AFP).