Ya han empezado a surgir los primeros desacuerdos en torno a esa posible alianza entre el PRI y el PRD en Tabasco. Por un lado se cuestiona su viabilidad y por la otra nacen dudas acerca de cuál de ambos partidos llevará mano en la postulación de candidatos. Esto pondrá a prueba la capacidad política de los respectivos dirigentes estatales, Dagoberto Lara y Javier Cabrera.
Uno de los que ha puesto ‘el grito en el cielo’ ha sido el diputado local del PRD, Agustín Silva Vidal, quien califica como una ‘fantasía’ el hecho de que su partido esté buscando una alianza con el PRI para el proceso electoral de 2021.
“No veo viable dicha coalición, porque podríamos tener los mismos malos resultados electorales que cuando fuimos juntos con el PAN en 2018”, ha dicho. Y advierte que el Sol Azteca podría incluso perder su registro si insiste en ese propósito.
Es más, el perredista se ha puesto el hacha al hombro para pedir que no se siga engañando a la militancia con el tema, ya que el CEN aún no ha eliminado el candado que prohíbe formar una alianza con el PRI.Ha señalado que si el PRD quiere ir en alianza con el PRI, primero tiene que haber un Congreso Nacional y hasta ahora no se ha convocado.
Lo dicho por Silva es llamativo por haber sido el coordinador de la fracción en el Congreso local y el hombre más cercano al exdirigente estatal del partido, Darvin González Ballina. Como todo mundo sabe, fue uno de los principales operadores políticos del gobernador Arturo Núñez. Por lo tanto, se ha empapado mucho de lo que se juega tras los telones del teatro político.
No sólo en el PRD hay oposición a esa alianza. En el PRI también hay dudas, como las del coordinador de bancada en el Congreso tabasqueño, Gerald Washington Herrera Castellanos. Él pide esperar los tiempos definitorios para establecer los pormenores de esa coalición que en realidad es tripartita, ya que igual involucra al PAN.
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En el caso de los lineamientos de paridad exigidos por el PRD para definir candidatos, pidió no adelantarse y esperar lo que determinen las dirigencias nacionales. Hasta ese entonces se definirá quién llevará mano en las postulaciones. Pide que, para evitar conflictos, las listas de aspirantes se analicen “con la cabeza y no con el corazón ni con el estómago,”.
He aquí dos posturas que permiten suponer que esa alianza está aún muy lejos de aterrizar en Tabasco. Sobre todo porque hay dos diferencias importantes, ya que mientras en el ámbito nacional el PRI es quien domina, en Tabasco es el Sol Azteca quien juega ese rol.
Es decir, el dirigente perredista Javier Cabrera querrá hacer valer su posición de segunda fuerza política estatal, de acuerdo a los resultados electorales de 2018 que hundieron al PRI hasta el tercer sitio.
Sin embargo, hay un dato clave ya que mientras el PRD ha venido registrando una caída desde entonces, perdiendo un gran número de militantes, el PRI ha venido resurgiendo de sus cenizas, tomando cada vez un rol más importante dentro de la política estatal. Este es uno de los motivos por los que Dagoberto Lara festejó como si fueran suyos los recientes resultados electorales de Hidalgo y Coahuila.
Se sabe, también, que los barones priistas locales están en contra de ceder las candidaturas más relevantes al PRD y, desde luego, al PAN. Es aquí donde se pondrán a prueba las capacidades políticas de los dirigentes del PRI y el Sol Azteca porque el gozo se les puede ir al pozo.
Habrá muchos dolores de cabeza para Cabrera y Dagoberto en esa tarea de conciliar con los grupos de poder en ambos partidos.