CARTA ABIERTA 

La invitación de Claudia Sheinbaum a Carlos Manuel Merino para formar parte del gabinete presidencial es un claro y contundente aval a su gestión. Es un reconocimiento al trabajo hecho durante su mandato.

Así, Merino se suma a una selecta lista de exgobernadores tabasqueños que al dejar el cargo han ido al equipo presidencial: Enrique González Pedrero y Adán Augusto. (Mario Trujillo, Leandro Rovirosa, Salvador Neme Castillo y Arturo Núñez también estuvieron, pero antes de ser candidatos a la Gubernatura).

Además, se envía un mensaje político a todos aquellos que hablan de un enfrentamiento político en el estado, de un supuesto ‘fuego amigo’ contra Javier May y gente de su equipo.

Antes de tomar esta decisión, la científica revisó cuidadosamente el estado en que Merino y los gobernadores salientes de Chiapas, Veracruz y Puebla dejaron sus respectivas entidades. 

La evaluación fue clara: todos han concluido sus gestiones sin pendientes significativos que pudieran representar un riesgo político en el futuro. 

En el caso de Tabasco, donde algunos siguen pidiendo un ajuste de cuentas por parte del gobernador electo, el nombramiento de Merino desmiente de manera tajante estas teorías; es como un balde de agua fría para quienes están con el hacha al hombro. 

Al incluirlo en su gabinete, seguramente con la opinión sumada de Adán Augusto, demuestra que confía en él y que su desempeño en Tabasco fue lo suficientemente sólido como para darle un rol importante en su administración. Y, bueno, el Capitán fue tan discreto que a pesar de saber de su inclusión desde hace tres semanas, jamás hizo alarde de ello, esperando con paciencia a que la doctora hiciera el anuncio oficial.

Así, Sheinbaum sigue los pasos de López Obrador en cuanto a la continuidad de los gobernadores afines a la 4T. Tal como AMLO lo hizo, otorgando embajadas y consulados a los mandatarios de oposición que perdieron las elecciones ante Morena en sus estados, Sheinbaum arropa a quienes han sido pilares en la consolidación del proyecto político que ambos representan.

Por cierto, ella no habría tomado esta decisión si pensara que podría comprometer su relación con Javier May o generar inestabilidad en el próximo gobierno de Tabasco. 

Es decir, cualquier intento mediático local de crear divisiones o confrontaciones dentro del morenismo, se enfrenta a una Sheinbaum que prefiere la cohesión y la unidad en los tiempos políticos de May.

 

: LA RÚBRICA 

La reunión de los alcaldes electos en el arranque del «Censo para el Bienestar de Tabasco», encabezado por Javier May, marca la colaboración entre fuerzas políticas distintas, poniendo una especie de bálsamo a las tensiones derivadas de las impugnaciones que aún pesan sobre varios de ellos. La convocatoria del gobernador electo busca unir a las distintas corrientes políticas, incluso cuando la legitimidad de algunos de estos líderes está en entredicho. May reunió tanto a alcaldes morenistas como a sus contrapartes de oposición, en un intento de establecer un frente común en el inicio de su sexenio. Sin embargo, la ausencia del alcalde de Comalcalco, Ovidio Salvador Peralta Suárez, ganador por la coalición PVEM-Morena, igual sugiere fricciones y posibles desencuentros internos…Al lanzar la agrupación «Juntas por Tabasco», Soraya Pérez Munguía busca una nueva plataforma para su activismo político. Sin embargo, este movimiento es un ‘flaco favor’ al PRI, el partido al que aún pertenece, y refleja una posible disonancia entre sus intereses personales y las posibilidades que ve dentro del tricolor. En lugar de fortalecer a su partido desde dentro, opta por crear una organización que parece estar condenada al fracaso. La realidad es que las causas que Soraya enarbola podrían encontrar espacio dentro del PRI, un partido que en su mejor momento le fue generoso. Sin embargo, el hecho de que prefiera crear una nueva estructura externa sugiere que el PRI le estorba, sobre todo después de no haber logrado su objetivo de ser reelecta como diputada. Pero más allá de las intenciones, esta nueva organización nace prácticamente muerta. Soraya nunca ha ganado una elección por voto directo de los ciudadanos, lo que la coloca en una posición débil para liderar un nuevo proyecto que, en teoría, debería conectar con la ciudadanía. Además, cuando tuvo la oportunidad de medir su popularidad contra Morena en elecciones clave, como en 2021 y 2024, prefirió no aceptar la candidatura a la alcaldía de Cárdenas que sus simpatizantes le suplicaban, dando a entender que su arraigo social es limitado. Sin un verdadero respaldo popular, es probable que esta organización termine siendo una nota al pie en el anecdotario político local; un intento fallido de reinventarse políticamente fuera de un partido que, pese a todo, aún le proporciona una base de poder. Soraya, en lugar de construir algo sólido dentro del PRI, arriesga debilitar aún más a su partido con este tipo de movimientos. La historia de «Juntas x Tabasco» apenas comienza, pero su futuro se vislumbra sólo en notas secundarias en la prensa.

Por Jorge Núñez

Periodista nacido en Villahermosa, Tabasco. Ha sido reportero de los diarios Contacto y a. m. de León, Guanajuato, además de Tabasco Hoy y Milenio Tabasco. También estuvo como jefe de la oficina del diario Correo de Guanajuato en la ciudad de León. Fue jefe Información de Diario Presente. Ha cubierto campañas presidenciales y a la gubernatura. Desde hace doce años es autor de la columna CARTA ABIERTA, publicada en varios portales electrónicos Twitter: @jorgenunez63