CARTA ABIERTA
El dirigente nacional del PRI ha dado su anuencia para que Dagoberto Lara continúe al frente del partido por los dos años y medio que restan de su gestión. El espaldarazo se ha dado en la Ciudad de México, frente a la amenaza de que grupos locales adversos tomen el control del vapuleado tricolor, aprovechando el descontento por el naufragio electoral del 6 de junio.
Los ánimos se han atemperado en las últimas horas, luego de confirmarse que el PRI ha logrado meter a cuatro diputados plurinominales en la próxima legislatura, sólo uno menos que en el Congreso actual. Los designados son: Fabián Granier, Soraya Pérez Munguía, Maritza Jiménez Pérez y Katia Ornelas Gil.
La cantidad de pluris favoreció a Dagoberto al entregar cuentas a ‘Alito’, porque logró cumplir el compromiso político con Andrés Granier al colocar a dos miembros de su equipo: su hijo Fabián Granier y Katia Ornelas, actual diputada local con licencia y secretaria general del Comité Directivo Estatal. Es decir, en la segunda circunscripción, donde está la capital, Granier se echó al hombro a los tres diputados pluris de la lista, si a ella se agrega a Maritza Jiménez Pérez.
La ‘misión cumplida’ se extendió más allá al desmenuzar las cifras. Ahora se sabe que Andrés Granier superó los números de la pasada elección por la alcaldía de Centro. Sí, en efecto, de acuerdo a los datos del Instituto Electoral de Tabasco, en los comicios de 2018, Adrián Hernández Balboa obtuvo 29 mil votos, mientras que el Químico registró ahora 49 mil, es decir un 60 por ciento más.
Otro dato ha servido para que Alejandro Moreno decida mantener a Dagoberto: si bien Obrador no apareció ahora en las boletas, el objetivo del CEN era no perder el registro en Tabasco, en una elección intermedia, con AMLO la presidencia del país y luchando contra el ‘efecto’ obrador.
Los resultados no fueron los esperados, pero hay algo mucho más delicado para los intereses del proyecto priista en el país y en Tabasco: dejar al partido en manos de grupos antagónicos.
Tan pronto se conocieron los resultados adversos del 6 de junio, tres personajes comenzaron a mencionarse para la nueva dirigencia: Erubiel Alonso, Nicolás Bellizia Aboaf y Lorena Beauregard. El ‘pero’ es que Erubiel fracasó en ganar Campeche, llevando al partido en el gobierno hasta el tercer lugar; Bellizia fue una decepción en Centla, y Beauregard ni siquiera estuvo en algún cargo de elección.
Por ello, al combatir la simulación contra los grupos de poder dentro del PRI , el líder nacional ratificó al ganadero huimanguillense. ‘Alito’ dedujo que buscar un sustituto sólo agravaría la crisis del partido, un partido que a partir de los próximos meses recibirá prerrogativas por sólo 80 mil pesos mensuales, es decir algo que no alcanzará ni para pagar los sueldos de sus trabajadores.
Aunque suene a disco rayado, el presidente del partido en Tabasco tiene el reto de dar paso a una refundación del PRI, una reorganización acompañada de una agenda legislativa que vaya en consonancia con la alianza Va por México, la fuerza opositora que se presentará a las elecciones presidenciales con un candidato común.
Hay que ver si Dagoberto tiene los tamaños y la capacidad para revivir un partido que necesitará, entre otras cosas, del peso político de Andrés Granier, si bien este ha anunciado su deseo de retirarse en definitiva de la política. Quién sabe, es posible que ahora, con la ratificación de Dagoberto, lo analice más fríamente. Después de todo, el expartidazo sigue como tema político obligado tras haber estado más de siete décadas en el poder absoluto del estado. Y su clase política sigue vigente, así sea en otras siglas partidistas.