CARTA ABIERTA
Quizá por el afán de generar una confrontación, quizá por ignorancia o por la simple falta de datos precisos, algunas voces siguen deslizando la idea de que Carlos Manuel Merino recibe ‘sugerencias’ de otras partes en cuanto a la forma de llevar su gestión.
Suponen que ser un amigo probado del presidente Obrador y del secretario de Gobernación le resta al Capitán la capacidad de tomar sus propias decisiones acerca del sentido en que debe ir la administración estatal.
Los rumores en ese sentido buscan ‘vender’ la idea de que la agenda se dicta en otras latitudes. Quienes piensan así, con seguridad desconocen la forma de hacer política de Adán Augusto y del propio Carlos Manuel Merino.
El gobernador de Tabasco cuenta con la confianza del presidente Obrador y del secretario de Gobernación. Pero de ahí a que haya una especie de intromisión en los asuntos internos del gobierno estatal, hay una gran diferencia. Una diferencia que raya en la ignorancia por varias razones.
Una de ellas radica en el respeto mutuo que Carlos Manuel Merino y Adán Augusto han guardado en sus varios años de cercanía política. En los momentos en que sus carreras han coincidido en diferentes esferas del quehacer público, no ha habido interferencia en los asuntos del otro.
Después de todo, algo parecido se decía cuando Adán estaba en la gubernatura: que la agenda se dictaba desde Los Pinos. Esta idea se vino abajo varias veces, una de las cuales fue cuando el notario protestó contra las acciones del director de la CFE, Manuel Bartlett, en los temas de la resistencia civil y de la inundación de 2020. Tuvo que intervenir el presidente para que las aguas se calmaran en ambos frentes.
Algo debería quedar claro: la lealtad, la institucionalidad y la colaboración no están peleados con la independencia en la toma de decisiones en el ejercicio público. Andrés Manuel y Adán Augusto están muy lejos de ser unos improvisados de la política como para pretender interferir, y hasta ordenar, en la agenda estatal de Carlos Manuel Merino.
El control político de Tabasco lo tiene el Capitán, como también cuenta con el respeto a su autonomía por parte de dos amigos de lucha ideológica y partidista que están en otras importantes responsabilidades. Pensar en un escenario distinto es tener, en realidad, una imaginación desbordada. Insistir en ello no sólo busca amarrar navajas, sino también minar la fortaleza que debe tener el Gobierno estatal.
: FELIPE IRINEO
La dirección local de la Conagua busca que el Programa Hidráulico de Tabasco se extienda por seis años más para lograr la máxima protección de la población ante nuevas inundaciones.
El director local de la Conagua, Felipe Irineo Pérez, dice que los proyectos de inversión para Tabasco serán de mil millones de pesos en 2022, es decir 500 más que los gastados este año en obras de protección.
Por lo pronto, ha solicitado a la Secretaría de Hacienda que el PROHTAB se amplíe cuatro años más, lo que es congruente con el compromiso asumido por el presidente Obrador para que los tabasqueños no se vean afectados en el futuro.
Felipe Irineo viene cumpliendo el calendario del plan integral contra inundaciones, como lo demuestra el avance en el dragado de los ríos, algo que no se había hecho en los últimos nueve años.
: MARKO ‘AHORCA’ AL PAN
Un enviado de Marko Cortés estuvo ayer con los panistas de Tabasco para decirles que se han suspendido las elecciones de diciembre para votar a su nuevo dirigente. En lugar de ello se designará un delegado nacional que vendrá de otro estado del país.
La noticia cayó como un balde de agua fría para quienes buscaban un cambio de rumbo frente a la desastrosa gestión de Pedro Gabriel Hidalgo Cáceres, el líder que llevó a su partido a perder su registro en las elecciones del 6 de junio.
Marko ha preferido apoyar a Pedro Gabriel, aun sabiendo que con ello ha terminado por hundir a un partido inexistente en Tabasco, con sólo mil militantes en su padrón. Una vergüenza.