CÁBALA

Al inicio de la administración municipal de Centro, dialogaba con el síndico de hacienda Daniel Cubero Cabrales, sobre la ruta y perspectiva del gobierno en la capital del estado.

Coincidimos en que los principales retos de Yolanda Osuna Huerta, más allá de la experiencia política y los programas de desarrollo eran solo dos: El agua potable y los servicios municipales.

Ambos rubros abandonados en los últimos 20 años por administraciones anteriores, representaban la exigencia real de los capitalinos. De resolverlas, se estaría hablando de un futuro político cierto, coincidimos también.

El pasado lunes, la alcaldesa, el gobernador del estado y la gerencia de la conagua, presentaron en conjunto el ambicioso proyecto para la Construcción de la Planta Potabilizadora Carrizal II, Captación Carrizal y Acueducto Usumacinta, para el que se espera un monto de inversión de 950 millones 250 mil 673 pesos en beneficio de más de 411 mil capitalinos.

El primer reto con la aprobación de los recursos está sorteado, en un segundo tiempo el compromiso es terminar estos trabajos antes de marzo del 2024 para dar vida a una infraestructura con una vida útil de 100 años.

Osuna, sabe que producir y convertir al agua abundante en una gran aliada para la producción y la vida humana sana en Tabasco es oro molido para la 4T.

El cambio climático establece que la escasez de agua en el mundo afecta ya una quinta parte de los países del orbe. En México, estados del norte padecen ya agudos recortes en el suministro de agua, crisis que los especialistas afirman se agudizará en 2040 en todo el país.

Pensar pues una crisis del agua entubada en Tabasco, donde desde las presas del alto Grijalva y las lluvias extremas arrojan a 125 mil millones de litros que van a para al Golfo de México, no es descabellado.

La alcaldesa pues, aceptó el reto que implica generar incomodidades capitalinas en los próximos cinco o seis meses -tiempo en lo que durará esta megaobra-, para finalmente dar la cara en los primeros meses del año que viene, resolviendo de manera tajante el problema del suministro de agua potable en la esmeralda del sureste.

De ese tamaño es el futuro de Yolanda Osuna Huerta.

Kybalión.- El acercamiento entre el sindicato de burócratas y la dirigencia de Morena celebrado ayer en Tabasco, va más allá del corporativismo y la legitimidad democrática.

La evolución del sindicalismo mexicano tiene en los partidos políticos su caja de resonancia, para desde ese activismo responder a las exigencias de la clase trabajadora en la defensa de sus derechos laborales.

No es sorpresivo pues, que en el marco de la reagrupación del partido guinda de cara al proceso electoral del 2024, aparezca en el panorama personajes como René Ovando Olán, cabeza de un sindicato que en los últimos años ha consolidado su fuerza sin disidencia interna y lejos de inconformidades gremiales, más aún de reclamos gubernamentales.

Dicho en términos claros, la ruta política del líder de 38 mil burócratas en Tabasco, no está alejada de un cargo de elección popular. Para ser exactos, desde el legislativo.

No lo pierda usted de vista. Ya es tiempo de mirar a lo lejos la posible conformación cameral del nuevo régimen.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Por Daniel Castro

Licenciado en Psicología, reportero, columnista. Larga trayectoria profesional, comenzando en el diario Avance, y siguiendo por Novedades, Presente, Tabasco al Día, Tabasco Hoy y hasta la fecha en Diario de Tabasco con la columna Cabala.