CARTA ABIERTA 

En su informe por los primeros 100 días de gobierno, Claudia Sheinbaum destacó la continuidad de la Cuarta Transformación iniciada por López Obrador. Al reconocer que los cimientos fueron establecidos por el tabasqueño, dijo, sin medias tintas, que su tarea es consolidar y avanzar en este proyecto.

En contra de las presiones que le han pedido marcar su distancia con el expresidente, manifestó su compromiso de continuar y consolidar el proyecto iniciado por su mentor político.

Ayer lunes, en la conferencia matutina, reafirmó este compromiso una vez más.

Ante las críticas por esta actitud declaró: «Anhelan que yo rompa con el presidente López Obrador, pues se van a quedar con las ganas».

Insistió en su compromiso de no traicionar los principios de la transformación y de mantener su cercanía con el habitante de Palenque, afirmando: «Así es mi convicción, darle continuidad a una transformación que inició en diciembre de 2018».

Este es un mensaje estratégico para consolidar su papel como la heredera del proyecto obradorista. Su postura busca reforzar la narrativa de continuidad frente a las críticas de la oposición y los sectores que cuestionan su independencia.

Por un lado, este gesto fortalece su base de apoyo, ya que muchos de los votantes que respaldaron a Morena lo hicieron por su confianza en el proyecto de López Obrador.

Al reafirmar esta conexión, Sheinbaum se posiciona como garante de esa visión, un movimiento astuto considerando que aún enfrenta desafíos en la construcción de su propia identidad política.

Sin embargo, también puede interpretarse como un arma de doble filo.

Su insistencia en no romper con su antecesor podría percibirse como una falta de autonomía, lo que la expone a críticas sobre su capacidad para gobernar con independencia.

Para algunos sectores, esta postura podría reforzar la idea de que es una extensión del presidente y no una figura con un estilo propio.

El reto será demostrar que tiene la capacidad de tomar decisiones propias y enfrentar los problemas que surjan en un contexto distinto al que enfrentó López Obrador.

Y es que Sheinbaum se presenta como la garante de un modelo político que, pese a las muchas críticas, sigue con un fuerte respaldo popular, según revelan las encuestas que le dan hasta un 80 por ciento de aprobación ciudadana.

En un partido cuya unidad depende en gran medida de la figura de López Obrador, su postura refuerza su posición interna y la cohesión del movimiento, evitando fracturas.

Al reafirmar su conexión con él, Sheinbaum asegura el respaldo de ese núcleo duro, crucial para mantener su legitimidad.

La atención estará en ver cómo gestiona esa lealtad, encontrando un equilibrio entre seguir fiel al expresidente y demostrar que puede gobernar con independencia, imponiendo su propio sello.

Por Jorge Núñez

Periodista nacido en Villahermosa, Tabasco. Ha sido reportero de los diarios Contacto y a. m. de León, Guanajuato, además de Tabasco Hoy y Milenio Tabasco. También estuvo como jefe de la oficina del diario Correo de Guanajuato en la ciudad de León. Fue jefe Información de Diario Presente. Ha cubierto campañas presidenciales y a la gubernatura. Desde hace doce años es autor de la columna CARTA ABIERTA, publicada en varios portales electrónicos Twitter: @jorgenunez63