CARTA ABIERTA
El PRI en el exedén tiene ahora en el centro del tablero a Erubiel Alonso, quien se ha hecho con el control absoluto del partido, relegando a quienes podrían sumar, como Andrés Granier y su hijo Fabián.
El exgobernador, quien es de los pocos referentes con verdadero arraigo entre la militancia, ahora mira de reojo un pasaporte para otras siglas, mientras observa impotente cómo su pasado de votos salvadores —junto a su hijo salvó el registro en 2024, porque de no ser por ellos el partido habría desaparecido— es pisoteado por una estrategia que huele a suicidio institucional.
El guion se siente calculado: el grupo ‘erubielista’ ejerce el poder de facto, mientras margina a los barones que sostuvieron el aparato cuando la marea se tornaba adversa.
Se comenta, en ‘radio pasillo’, que la intención es provocar la caída del registro ante el IEPCT en 2027, para que Alejandro ‘Alito’ Moreno guarde las apariencias con Morena y consiga impunidad frente a las querellas federales.
De ser cierto este rumor, se trata de una maniobra tan retorcida como eficaz: que el PRI pierda fuerza en Tabasco y, al mismo tiempo, ese mismo caerse de la barca sirva de moneda política de cambio en las altas esferas nacionales.
En este escenario, el silencio de Químico no es pasividad, sino un grito ahogado. Se rumora que Andrés Granier mantiene la lealtad al punto de arriesgar su relevancia histórica, mientras los simpatizantes de Fabián le piden analizar si abandonar las filas del tricolor implica una traición o la única ruta para conservar su voz y dignidad, en defensa de los intereses de los tabasqueños.
La desazón campea en las filas priistas tabasqueñas, quienes se preguntan: ¿por qué apartar a quienes, con su presencia, mantienen vivo el nombre del partido? ¿Por qué sacrificar el último capital político local a cambio de un gesto súbito hacia el poder en Insurgentes Norte número 59?
Mientras otros partidos ya tientan a Granier padre e hijo, los militantes saben que sin su convocatoria, el PRI se extingue.
La crisis identitaria se agudiza: el partido avanza hacia un giro de guion dramático, donde los protagonistas históricos son relegados para allanar caminos que, en realidad, podrían sepultar definitivamente a las siglas en las próximas elecciones.
Así, en Tabasco se llega al extremo de que los golpistas vean al Químico como un estorbo en el PRI, mientras la militancia fiel los sigue valorando como el último salvavidas de un partido que no refleja la voluntad de la mayoría.
: LA RÚBRICA
La zona Country, epicentro del desarrollo urbano en Villahermosa, enfrenta cortes eléctricos inéditos por su duración y frecuencia. Hasta seis días sin luz, sin notificación previa ni explicación técnica contundente. Pero más allá del apagón físico, lo que más duele es el institucional: la CFE ha brillado por su ausencia, incluso cuando había reuniones pactadas con los vecinos. Constantino “Tino” Pérez Marí, empresario de prestigio nacional, ha puesto el dedo en la llaga: no es sólo el corte, es el silencio. Junto con Claudia Fernández, ambos voceros vecinales, han mantenido una postura responsable, evitando la confrontación y apostando por el diálogo. Pero ese diálogo necesita interlocutores presentes. Su propuesta: vigilancia ciudadana coordinada, información clara sobre lo que ocurre, y sobre todo, apertura de la CFE para construir soluciones conjuntas. Los vecinos incluso han sugerido la creación de una nueva subestación o la revisión técnica de la existente. No se trata de pelear, sino de conectar. Y en una zona que representa el futuro urbano de la ciudad, CFE debería estar más cerca de la solución que del olvido. De ahí las oportunas palabras de Tino Pérez, quien no sólo representa a los vecinos, sino también a buena parte del sector empresarial… Mientras Tabasco padece apagones, desempleo y violencia, el gobernador May celebra su victoria electoral como si fuera un logro vigente. Lo que el PRD denuncia no es exageración: el campo está abandonado y los programas sociales son vitrinas de clientelismo. La crítica de Rafael Acosta León interpela una realidad palpable. El evento conmemorativo, en este contexto, parece una postal fuera de lugar, una especie de fiesta sin festejado. Frente a una aprobación que cae en picada, May aparece en el último sitio de la más reciente encuesta de Mitofsky en la evaluación de los gobernadores. El resultado de la revocación a mediados de su gobierno ya no parece tan predecible como antes… Con 73% de aprobación en mayo, Claudia Sheinbaum sigue navegando con viento a favor, aunque ya sin el impulso inicial. La encuesta de Buendía y Márquez, publicada por El Universal, revela datos que permiten leer mejor el momento político: 75% la considera honesta y 77% cree que está bien preparada para gobernar, un blindaje que le da margen para maniobrar. Sin embargo, el descenso entre independientes —de 74% en febrero a 59% hoy— advierte que el entusiasmo empieza a disiparse. En la oposición, la caída es más notoria: del 60% al 47%. La inseguridad, con menciones como lo peor del gobierno, sigue como punto de desgaste. Aún así, los programas sociales concentran 44% de las valoraciones positivas, sosteniendo la imagen presidencial. La sonrisa en la escala gráfica de satisfacción persiste, pero empieza a competir con el gesto neutro. Es la política sin filtros.