CARTA ABIERTA

En algunos espacios de opinión se ha venido especulando con la hipótesis de que el presidente Obrador o el gobernador Adán Augusto están detrás de la rendición anticipada del PRI en las elecciones de este año en Tabasco. Nada más alejado de lo cierto.

En realidad, ni el presidente ni el mandatario estatal se han visto en la necesidad de participar en alguna oscura negociación.  En primer lugar, por ética política y en segundo, que no menos importante, porque no lo necesitan.

La traición de Alejandro Moreno Cárdenas al priismo tabasqueño ha sido un plan diseñado de manera unilateral desde el edificio de Insurgentes Norte.

En la política de alto nivel es costumbre enviar señales en uno u otro sentido. Y ‘Alito’ ha enviado señales a Morena a fin de canjear su estado natal, Campeche, por, para él, un insignificante Tabasco.

El mensaje del presidente nacional del PRI a Morena va en el sentido de que a su partido no se le haga sombra en Campeche a fin de retener el Gobierno estatal. A cambio, ha mostrado movimientos que no dejan lugar a dudas en el sentido de que dejará Tabasco, la tierra del presidente, como una suerte de control de daños en esta guerra política.

En cristiano, esto significa que ni el gobernador, y muchos menos el presidente, han tenido alguna participación en esta ecuación que favorece los intereses personales y políticos de Alejandro Moreno en su terruño.

Ciertamente, esto ha caído ‘como anillo al dedo’ a los intereses políticos de Morena en Tabasco. El gobernador y el dirigente estatal del partido, Pedro Hernández Jiménez, se han encontrado con un presente que no esperaban fuera de las fiestas navideñas. Es un ‘obsequio’ al que le dan la bienvenida.

La rendición de la plaza de Tabasco es un plan diseñado desde la Ciudad de México, en la sede nacional del PRI, y Morena no ha tenido alguna participación. Ni  del presidente ni del gobernador. Más humillación para los priistas tabasqueños no puede haber.

Hasta ahora, y a pesar de tan clara evidencia, ningún peso pesado priista ha salido a mostrar su posición al respecto. Porque una cosa es la lealtad, la institucionalidad, y otra muy distinta es hacerse de la vista gorda ante este robo en despoblado que se le ha hecho al priismo tabasqueño.

Uno de los que ha mostrado un poco de dignidad ha sido Uldárico Canto Taracena, quien desde siempre ha mantenido una actitud de crítica interna. Es posible que en los próximos días fije una posición al respecto. A excepción de él, ni los Manuel Andrade, ni los Roberto Madrazo, ni los Erubiel Alonso, ni los Pancho Herrera, ni las Lorena Buaregard, han salido a decir ‘esta boca es mía’. 

Este es el problema: hay PRI ‘aborregado’ que al parecer se merece la suerte que le ha tocado vivir con el líder nacional campechano. 

: PRD, ENTRAMPADO

Roberto Romero del Valle sigue sin variar su posición de no dimitir como el único aspirante del PRD a la alcaldía de Centro.

El dirigente estatal, Javier Cabrera, lo ha presionado de muy diversas maneras, pero la ley electoral le da la razón al exdirigente estatal del Sol Azteca.

Del Valle tiene una carrera muy larga en las filas perredistas, donde empezó al lado del desaparecido Alberto Pérez Mendoza, quien fuera una de las gentes más cercanas a Obrador. Pero por parte del actual dirigente no hay respeto a esa trayectoria de décadas.

Javier Cabrera les quiere jugar al ‘vivillo’ tratando de inscribir a Alcides Mena o a Manuel Andrade para la alcaldía. El caso es que con ello estaría violentando los ordenamientos del INE.

Por Jorge Núñez

Periodista nacido en Villahermosa, Tabasco. Ha sido reportero de los diarios Contacto y a. m. de León, Guanajuato, además de Tabasco Hoy y Milenio Tabasco. También estuvo como jefe de la oficina del diario Correo de Guanajuato en la ciudad de León. Fue jefe Información de Diario Presente. Ha cubierto campañas presidenciales y a la gubernatura. Desde hace doce años es autor de la columna CARTA ABIERTA, publicada en varios portales electrónicos Twitter: @jorgenunez63