Poder Político

Va por México que para las recientes elecciones de 2021 coaligó a los Partidos Políticos Acción Nacional, Revolucionario Institucional y al de la Revolución Democrática, de origen se ahogan en un irracional actitud por recuperar la gobernabilidad, en lo inverosímil de realidades ideológicas que histéricamente no hallan conexión alguna, teniéndoles contrapuestos entre sí.
Literalmente van a un fracaso en la puja por recuperar la banda presidencial de México en el 2024 cuando ni siquiera en el pragmatismo tienen lógica sus argumentos, nada convincentes al no haberse dado antes la oportunidad de reflexionar los reiterados agravios a un colectivo social que en voluntad popular optó por un movimiento emergente en la elección de 2018.
Una retórica aún más falsa que de tantas ocasiones igual reiterativas se se creyeron tan invencibles como poseedores únicos de las conciencia social, esta que no vio cumplida los compromisos de un bien común reflejado en una elemental calidad de vida.
Desde luego que no fue gratuito el violento ramalazo negados a asimilar, aun cuando las señales ya les advertían que podía darse. El repudio de 8 por cada 10 a un presidente Enrique Peña Nieto que de sus 266 compromisos firmados ante la fe del notariado los correspondientes al sureste mexicano ninguno cumplió.
En palabrerías se quedaron el Tren Transpeninsular entre Mérida, Yucatán, y Punta Venado, Quintana Roo, así como los 6 distribuidores viales en la Villahermosa, Tabasco. Ambas entidades ocuparon el primer y segundo lugar de votos proporcional a su listado de electores en el país al candidato de ese movimiento emergente que hoy es la Cuarta Transformación.
Para el colectivo social los problemas de corrupción e impunidad asociados a la marginación en que se hallan, aun cuando perviven a la actualidad, fueron incubadas por los gobiernos que antecedieron al actual. Un razonamiento que es subrayado cada que hay una enmascarada conferencia mañanera en donde las respuestas tienen como destinatario directo a las agraviadas masas.
Los partidos políticos integrados en la coalición Va por México podrían no sostenerse llegados el momento de las decisiones para definir en armonía sus particulares plataformas electorales, afín a sus respectivos principios de doctrina y programa de gobierno, que son requisito registrar ante el árbitro electoral para postular su eventual candidatura a la Presidencia de México.
El discurso de Acción Nacional, el PRI, y el PRD, no ha logrado hacer conexión con por lo menos el 65 por ciento de los potenciales votantes mayores de 18 años muestreados en el tracking diario que lleva a cabo Consulta Mitofsky, quienes aprueban al Ejecutivo Federal, coincidiendo con las demás encuestas que realizan entre otros los medios El Financiero, El Universal y Reforma. Aunque en temas sensibles de la gestión de gobierno estén calificados por debajo.
Quienes fueron gobierno federal y ahora desde la oposición ambicionan regresar a asirse del mismo no han mostrado evidencias de tener una genuina empatía con los 93 millones 021 mil 196 ciudadanos registrados en el listado nominal del INE, con corte al 30 de diciembre de 2021, quienes decidirán su voto en voluntad popular a sus autoridades públicas, Ejecutivas y Legislativas.
Sus particulares conflictos internos no le han permitido a unos y otros salir de las crisis que le tienen en la asfixia por el control a nivel de la cúpula, trascendido hacia las discrepantes posturas en el ámbito de la práctica legislativa en el Congreso de la Unión y los locales.
El intelecto no les ha dado para procesar una respuesta asertiva ante las provocaciones de la gestión de la Cuarta Transformación, que irreverente les ha exhibido públicamente.
En el adelanto tiempos electorales para la sucesión presidencial por parte del régimen no ha hecho sino ponerles en modo de un permanente desgaste, al no tener cuando menos un perfil que esté a la altura de los tiempos y circunstancias.

Bitácora

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eduhdez@yahoo.com

Por Eduardo Hernández

    Periodista y Analista Político, graduado por las Universidades Olmeca, Iberoamericana, Complutense de Madrid y Tecnológico de Monterrey, además del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. 27 años de experiencia profesional en el ejercicio del Periodismo Análisis, Consultoría, y Comunicación Institucional vinculado a los temas electorales, en Tabasco y Ciudad de México. Autor de la columna «Poder Político» que se publica cada semana  en Diario Presente y en Diario de Yucatán. Autor también del libro «Luchas por el Poder en Tabasco: 1825-2012» que documenta 187 años de historia y legislación electoral, editado por la Universidad Olmeca.