El Comején…T en Carta Abierta

Don Bobby Capón, matapuerco de oficio, pero politólogo de oídas, zalamero por conveniencia y chismoso por adicción, mientras hervían la olla pa’ pelar la marrana en turno, a la que apoda ‘7 latas’, porque dará 7 latas de manteca y nunca falla en sus predicciones, le platicaba a su ayudante Porkirio de la Cerda:
‘Fíate Porkis, pa´ que te des un leve quemón aquí y no con la olla hirviendo, Jadán no ganó la candidatura a la presidencia; tampoco pudo poner sustituto en el gobierno, porque el mandado se lo comió May, con el programa Sembrando Votos, y además no alcanzó la coordinación general de la campaña de Cheinbaum, solo la coordinación política; ¿Que le queda? atrincherarse en Centro, pa´ no perder el último bastión y relanzar desde ahí a su equipo pa´l 2030, además buscará la mayoría en el Congreso local pa´ negociar.
¿En serio don Bobby? – respondió anonadado Porkirio, que se sentó sobre una palangana con agua, empapándose hasta la trusa.
Pa´ que aprendas- prosiguió don Capón- pon atención, ya luego secas la trusa; Caliche y probablemente Yolanda, si repite, tienen la encomienda de conseguirlo. ¡Ah! pero la tarea no será nada fácil, ante Bracamonte, apoyado por May y con 5 años en campaña, y ante Casasús, impulsado por Andy.
¿Y quién cree asté que gané? – interrumpió el mocoso, mientras se sacaba uno verde con el índice y casi se rascaba con la uña el cerebelo, por la parte de adentro.
Pues es ahí donde la tunca torció el rabo, como decimos en este oficio; – precisó don Bobby- del arreglo que tengan allá arriba, dependerá quien será el próximo alcalde, si Caliche, Braca o el larguirucho Patatús, o en su defecto, si repite doña Yola.
¿Y porque arriba? ¿Lo decidirá Dios y no la ciudadanía? – inquirió nuevamente Porkirio, auto interrumpido con un fuerte estornudo que le sacó los sesos verdes que tenían hasta moho.
¡Si serás bruto Porkis! – le dijo don Bobby, al tiempo que le asestó un soplamocos que hasta la mano se embarró- cuando digo arriba, es que lo decidirá El Peje, y sacúdete los mocos, pon la puerca en la mesa y agárrale las patas, que ya hirvió el agua; y ahí acabó la plática y se pusieron a chambear.
Así que, si les toca un chicharrón con mocos, ya saben de dónde vino la puerca.